El Ourense CF, con un planteamiento muy serio y resolutivo, logró imponerse a un Allariz que murió colgando balones al área
El Ourense CF expone en cada encuentro un nuevo diseño para consolidar su liderato y reforzar la idea de pelear por el ascenso.
La primera parte transcurrió casi sin pena ni gloria, pero en eso contribuyeron ambos equipos con un fútbol directo donde se corría más de lo que se intentaba jugar. En medio de tanta fricción el pequeño oasis lo aportaba el pontino Gabri cada vez que intentaba con su bota izquierda una genialidad.
En los alaricanos la referencia ofensiva era Juan Gallego, que estuvo muy custodiado y tampoco encontró la descarga apropiada para sorprender a David Sotelo. El interior Sergio tuvo la ocasión más clara en un remate que repelió el portero visitante.
Con más decisión, pero siempre con la misma entrega, el Ourense CF fue ganando terreno mientras el Allariz lo intentó a la contra. En una de las tantas internadas de Sergio, el posterior centro lo cabeceó Pérez apenas desviado.
La estrategia, algo que sabe elaborar mucho el técnico Rubén Domínguez tuvo su premio. Un saque de esquina de Carballo se fue cerrando que sorprendió a Kote y sobre la misma línea la empujó Joel para poner el 0-1.
A partir de ahí los visitantes manejaron los apuros del Allariz que murió colgando balones al área sin encontrar un buen rematador. El Ourense CF generó en los últimos minutos una acción triangulada que definió Outeiriño ante la salida de Kote y sentenciar con el 0-2.
