Demasiados cambios, demasiada irregularidad. El Navarra es junto al Rioja la mayor decepción de la Liga. Quizá por el buen rendimiento de la temporada anterior y la altura del listón o por el cartel en la Liga de muchos de sus jugadores pero indiscutiblemente se esperaba más del rival mañana del COB en el Pazo (21,00 horas).
Desde el principio han sabido a poco los resultados de un equipo incapaz de dar dos golpes notables consecutivos. Siempre a medio camino entre el grupo de los buenos y el de los sufridores. Sin intuirse su presencia en la pelea por evitar el descenso pero tampoco con juego ni equilibrio para sospechar un buen desenlace. Aún está a tiempo de meterse en el play off pero también tiene rifas para jugar el play out. La Liga ha hecho justicia con él.
Un equipo en el que Starosta marca el ritmo y en el que los jugadores llamados a marcar diferencias han estado, por diferentes motivos, dentro y fuera de la plantilla. Sanz, Narros y Cabanas son la clave del equipo. Los que dan el salto de calidad o reducen notablemente la pegada. Si brillan el Navarra compite con cualquiera. Si no están o rinden por debajo de los esperado es un equipo más de los de la zona media-baja.
Llegan a la recta final de Liga con overbooking de bases y con una plantilla interminable.
Ed Cage añade credibilidad y constancia al juego interior y Cristian Díaz y Adrián Fuentes suman sin llegar nunca a brillar. Son las caras nuevas que se incorporaron durante la temporada a una plantilla en la que Bonhome y Douglass completan la línea exterior. Ellos sí han cumplido con el rol de complementos con rendimiento constante e incluso al alza. El americano decidió el partido de la primera vuelta.
El COB se enfrentará al que podría ser su rival en la serie por la permanencia. Un equipo que encaja puntos con facilidad y al que le cuesta dispararse en la anotación. Dos equipos muy similares colectivamente aunque con distintos pilares en el juego.
El partido de mañana no dirá la verdad debido a la carencia de objetivos de los ourensanos pero un rival complicado de superar si tocase en suerte. Para ello el COB debería derrotarlo. Ganar a un equipo que lejos de Pamplona no gana desde noviembre.
Un equipo en el que Starosta marca el ritmo y en el que los jugadores llamados a marcar diferencias han estado, por diferentes motivos, dentro y fuera de la plantilla. Sanz, Narros y Cabanas son la clave del equipo. Los que dan el salto de calidad o reducen notablemente la pegada. Si brillan el Navarra compite con cualquiera. Si no están o rinden por debajo de los esperado es un equipo más de los de la zona media-baja.
Llegan a la recta final de Liga con overbooking de bases y con una plantilla interminable.
Ed Cage añade credibilidad y constancia al juego interior y Cristian Díaz y Adrián Fuentes suman sin llegar nunca a brillar. Son las caras nuevas que se incorporaron durante la temporada a una plantilla en la que Bonhome y Douglass completan la línea exterior. Ellos sí han cumplido con el rol de complementos con rendimiento constante e incluso al alza. El americano decidió el partido de la primera vuelta.
El COB se enfrentará al que podría ser su rival en la serie por la permanencia. Un equipo que encaja puntos con facilidad y al que le cuesta dispararse en la anotación. Dos equipos muy similares colectivamente aunque con distintos pilares en el juego.
El partido de mañana no dirá la verdad debido a la carencia de objetivos de los ourensanos pero un rival complicado de superar si tocase en suerte. Para ello el COB debería derrotarlo. Ganar a un equipo que lejos de Pamplona no gana desde noviembre.
