El partido ante el Racing, sin fecha

Outariz, sin agua
photo_camera Goteras en el polideportivo de Mieres.

El Sala Ourense no jugó el pasado fin de semana. Al menos no fue por culpa del coronavirus. Fueron las goteras que había en el polideportivo de Mieres. El conjunto de Óscar Vivián prácticamente se bajó del autobús cuando iba a emprender viaje hasta tierras astures. Unas fotos al estropicio en la pista, una llamada y guasaps a la Federación Española (RFEF) con las goteras y decisión unánime: partido suspendido.

Ahora hay que ponerle fecha, pero la cosa no está sencilla. La opción inicial que daba la RFEF era la del puente de la Constitución y la Inmaculada, pero el conjunto ourensano ya tendría compromiso. El próximo debería disputar la ronda de octavos de final de la Copa Galicia en Vigo ante el Coruxo.

Después, llegan dos jornadas más de liga y seguidamente el parón de Navidad. Pero en esas fechas, todo son problemas para jugar: por las canchas y, sobre todo, por tratarse de deporte no profesional. Las vacaciones son sagradas. Así pues, toca esperar.

Lo más próximo, el domingo, con el duelo que desde las doce del mediodía dispute en el Pazo ante el Ventorrillo. Tres puntos más tienen los coruñeses, aunque con un partido más disputado. Duelo importante para un Sala Ourense que necesita reengancharse de nuevo a la zona noble de la clasificación. Ventorrillo es precisamente el equipo que cierra el top-4.

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