La décima jornada estuvo marcada por los empates, cinco, y por el menor número de goles conseguidos en la Liga

Con la pólvora mojada

Víctor Cintas se anticipa y despeja el balón de cabeza ante el antelano Zalo. (Foto: Marcos Atrio)
Atenor de los resultados registrados en la última jornada, los equipos han acusado una gran sequía goleadora. Los apenas 12 tantos logrados en los nueve partidos dan buena fe de ello, a lo que hay que sumar que cinco de ellos acabaron con empate y tres sin abrirse el marcador.
En medio de estos números, el Taboadela ha sacado la mejor tajada. Con su cuarta victoria consecutiva y su octava jornada sin perder, el equipo de Julio Iglesias ocupa por primera vez los puestos de ascenso directo e igualando a 19 puntos con el líder Barco, que salió airoso del campo del Melias, pero que en sus últimas cuatro salidas no ha podido ganar.

El Celanova continúa invicto e imbatido en San Rosendo, pero su último empate lo ha desplazado al tercer lugar de la tabla. A pesar de estar más cerca de la victoria ante los barquenses, el conjunto de Furri sigue muy cerca de la cabeza al cumplir su quinta semana sin derrotas y jugando en Abelleira ya suma 16 partidos sin perder, tras la última sufrida ante el Peroxa (0-2) el pasado 15 de noviembre de 2009.


EL ANTELA, INVICTO EN A MOREIRA

Los limianos tampoco pasaron del empate a cero en A Moreira donde continuan invictos después de cuatro empates y una victoria. A pesar de sus seis jornadas sin perder y 270 minutos que lleva sin encajar goles, el Antela está a un par de puntos de los puestos de descenso directo.

Otro de los equipos que está conviertiendo Eiroás en un campo inexpugnable es el Covadonga que empató sus últimos tres partidos, pero que en la Liga acumula otros tres sin poder ganar.

El Atlético Vilamarín sigue fuerte a domicilio y aún no sabe lo que es perder un partido fuera de casa, en tanto que el Barbadás B registra cinco partidos sin ganar, más allá de sus tres empate seguidos.

En la misma racha sin éxitos del filial se encuentra el Vilariño, que perdió por segunda vez seguida y sufrió su primera expulsión.

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