Romería de los campeones

Los aficionados ourensanos no quisieron perderse una de las fechas más señaladas en la historia del club.
photo_camera Los aficionados ourensanos no quisieron perderse una de las fechas más señaladas en la historia del club.
Con la copa sobre el césped de Oira, música a todo trapo y entre abrazos y sonrisas toco techó una temporada histórica en el seno del Ourense CF

Con la copa de campeón y música a todo trapo. Con una pequeña romería sobre la hierba del campo de Oira festejó el Ourense CF la conquista más sobresaliente de su historia, desde ya mismo es equipo de Primera Federación. Atrás quedan dos intentos vanos a la que por entonces era Segunda B, también una caída a los infiernos al frío del fútbol regional. A partir de ahí, desde que tocó fondo, una docena de alegrías por cada disgusto. Celebración, euforia, alegría, el himno de la Champions, abrazos, guiños, felicitaciones. Fin de trayecto en la segunda temporada consecutiva en la Segunda RFEF, la meta superada antes que nadie. Para continuar el jolgorio queda la última salida del curso, a Avilés. Tiempo ahora también de planificaciones.

Ourense suma un segundo equipo a la tercera categoría del fútbol nacional, cosa poco baladí, el paso previo al fútbol profesional. El Arenteiro ya tiene compañía, ahora desde la capital. Sobresaliente es un ascenso, mucho más haber ganado masa social, al final lo que tanto se le echaba en cara a este club. La falta de ella. Ya la tiene y los demás que arreen. Cita grande, partido programado a las doce con camisetas de Portela, de Palmás, de Marqueta, de Di Renzo en la grada desde más de una hora antes. Las de Bellingham y Jamine Lamal quedan para otro momento, no era plan de ser segundo plato de nadie.

Gente, mucha gente, Fueron pocos los que esperaron a última hora para acceder al campo. Día que queda marcado, mejor disfrutarlo con mucho tiempo de antelación. Animosa, con los aplausos, los ánimos y las ovaciones como primer mandamiento. Lluvia durante un rato, un tímido sol para acompañar. Cita grande, el alcalde entre los asistentes, también Menor, el presidente de la Diputación. Nadie quería sufrir, de lo que se trataba era de celebrar. Ayudó que a los cinco minutos ya ganase el Ourense CF. Ochenta y cinco por tanto para festejar.

Ni 20 de abril ni del 90. 28 y del 2024, Celtas Cortos habría estado encantado de hacer un remake. Ourense sube el listón, por la ciudad pasarán equipos de tronío. Muchos años después, el fútbol paga una deuda. “Paso a paso, como las hormigas”, repite machaconamente Camilo Díaz, el presidente, cada vez que se le cuestiona por su club. Paso a paso está ante el fútbol de Tebas. Cómo para no presumir.

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