La afición regañó a varios jugadores locales al comienzo del partido pero terminó celebrando la primera victoria después de un mes de sequía

De los silbidos a los aplausos

Todas las aficiones del mundo pierden la paciencia. La del Aguas de Sousas COB no es la excepción, si bien la trayectoria del equipo esta temporada no merece disparar salvas de honor.
El ambiente previo al comienzo del partido fue inquietante. Se pudo leer alguna pancarta con rencor hacia los jugadores. Ya en el partido, los primeros minutos de Fergerson y Starosta también fueron sancionados con más de un silbido.

Fue más una regañina que una bronca sonora. El pivot checo reconquistó al público con una meritoria participación, más incisivo y atento que en otras ocasiones. El escolta estadounidense se incorporó en el último cuarto justo a tiempo para colaborar en el despegue de un COB en racha. Al final los silbidos mudaron en aplausos, por parte de una afición ansiosa de victorias, de al menos conservar una esperanza por la permanencia.

Recurramos a los tópicos para afirmar que el COB 'sudó sangre' o 'se dejó un riñón' en la victoria contra el Cáceres. Buena presentación de las campañas de donaciones en las que el club presidido por Jorge Bermello está involucrado. A la ya consabida en colaboración con el Centro de Transfusión de Galicia se añadió la presentada con la asociación Alcer Ourense, con motivo de la celebración del Día Mundial del Riñón. El COB, un club siempre sensible al pálpito de su ciudad.

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