Sonrisas en el Monte da Aira

Adrián Blanco disputa la pelota con un rival del Polígono, ayer en el Monte da Aira de Velle (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Adrián Blanco disputa la pelota con un rival del Polígono, ayer en el Monte da Aira de Velle (XESÚS FARIÑAS).
Dos goles del central del Velle Sergio Rodríguez decantan un derbi que deja al Polígono San Ciprián en una situación prácticamente irreversible

La semana que se inició con Guardiola hablando de la prehistoria, con Simeone clavando dos líneas de cinco en su visita al Etihad de Manchester, la del enésimo encumbramiento de Karim, la de dos paredes consecutivas para acabar en gol en Frankfurt, acabó un domingo con un enfrentamiento entre dos modestos en el Monte da Aira de Velle, resuelto a favor del que más lo buscó gracias a un doblete de Sergio Rodríguez. 

Lejos del glamour del fútbol de élite europeo apareció el de los jornaleros, el de aquellos que además de buscar goles ponen copas o venden seguros. O simplemente estudian. Desesperada la situación del Polígono, a un paso de ser irreversible, para los de Peluso la victoria vale mucho, tanto como para seguir soñando con una permanencia que durante muchos meses ha estado un mucho en entredicho.

JUEGO DIRECTO

Fue la primera parte una oda al juego directo, ahora pegas tú, ahora pego yo. Y a pelear los rechaces y a partir de ahí buscar la puerta contraria. La primera posibilidad de hacer gol la tuvieron los visitantes, pero el larguero rechazó la falta lanzada por Choupas. Nada más del Polígono en ataque, auténticamente decepcionante.

Con la pelota más tiempo fuera del campo que dentro, con el partido más veces parado que en juego, resultó determinante el gol de uno de los centrales del Velle al borde del descanso. Todo partió, claro, de una pelota parada que Martín Caneiro puso en el área. La justicia aparecía en forma de 1-0 un minuto después que el guardameta le sacase una pelota comprometidísima a Jorge. Final del primer tiempo, a descansar, victoria merecida a los puntos para un Velle ligeramente superior.

La segunda parte fue de claro color blanco, un Velle que debió haber cerrado el partido mucho antes que en los minutos de prolongación. Apenas siete se habían jugado cuando Yoel apareció en el campo, en el puesto de Jorge, dejando el Polígono la defensa de cinco para pasar a una de cuatro en busca de mayor empaque en el centro. Nada, agua, empuje sin más, además de ser diana fácil para las contras del Velle.

Entre Adrián Blanco y Brais Álvarez le hicieron un lío a los amarillos. Todo empezó con un control y caño posterior del 10 del Velle, con un centro que golpeó el larguero antes de perderse. A la hora de juego fue anulado el que habría sido el 2-0, a partir del minuto 85 llegaron las ocasiones una detrás de otra. Pitu cabeceó fuera una pelota de Brais, la jugada anterior a un remate a bocajarro que sacó el portero cuando parecía gol o gol. 

Faltaba cerca de media hora y el Polígono ya había agotado los cinco cambios, los dos últimos de golpe. Que no fuese por no mover el arbolito. El resultado fue el mismo que con las sustituciones anteriores, ni un poquito de peligro para soñar al menos con la igualada.

Pasaban dos minutos de los noventa cuando Sergio Rodríguez esperaba agazapado en el segundo palo. Llegó el balón, la pifió Choupas y remató el 5 del Velle, doblete y tres puntos que ya están en la mochila. 2-0, a última hora pero inapelable. 

Seis puntos, los mismos que el Sporting Guardés, zarandeado en el campo del Céltiga. Contra los de A Guarda será la próxima batalla, el próximo domingo, a domicilio.

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