El conjunto de Rubén Domínguez eliminó a un Celanova que acabó con uno menos y volverá a cruzarse con el Verín

El Taboadela, semifinalista

Ribao es víctima de la falta de Rubén y Alfonso que acabó derivando en el segundo gol del Celanova.
La historia se vuelve a repetir. El Taboadela, que dejó en el camino al Celanova con su empate en San Rosendo, se verá nuevamente las caras con el Verín como ya ocurriera hace dos años en una de las semifinales de la Copa Diputación entre equipos de Preferente y Primera autonómica.
El Taboadela, que llegaba con un 2-1 a su favor, no se conformó con cuidar esa renta y a los 40 segundos Alex se tuvo que esforzar para sacar a la esquina un cabezazo envenenado de Jorge. Respondió de seguido Ricardo, pero su disparo se fue desviado.
El Celanova, que empezó dubitativo, se encontró con un penalti a raíz de una mano en la ejecución de una falta que transformó Rubén, un resultado que clasificaba a su equipo.
El Taboadela digirió muy pronto el mal rato y después de crear dos ocasiones para empatar, Jorge lo consiguió con un tiro libre que clavó junto a la base del palo derecho.
El lateral Peru lo intentó pero encontró bien colocado a David Sotelo, que más tarde salvó un claro disparo de Ribao luego de recibir una gran asistencia de Rubén. Y antes del descanso, un cabezazo de Ribao fue salvado por el portero.

Otra vez Jorge
El Celanova estaba obligado a marcar dos goles, pero su rival se lo puso más cuesta arriba aún cuando el olfato de Jorge capturó un despeje de Alex que rebotó en un defensa y desde fuera del área puso el balón junto al poste izquierdo colocando el 1-2.
A pesar que se quedó con diez, el Celanova no dio por acabada la eliminatoria y en un saque de falta con tres toques logró empatar el lateral Peru.
El Taboadela se replegó, pero no perdió el orden y a la contra pudo hacerle daño a un rival que pudo haberse adelantado, pero David Sotelo sacó sobre el larguero un gran remate de Rubén.
El partido empezó a perder lucidez y las continuas interrupciones, entre ellas la posible lesión de Terra, acabaron favoreciendo a un Taboadela que sigue ilusionado.

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