Aníbal Pereira reconoce que "en unas semanas sabremos si podemos asumir el proyecto de Ourense" y que los primeros pasos son muy positivos
El futuro de Club Deportivo Ourense sigue en el aire pero el primer paso para confiar en la supervivencia está dado. Hay grupo o grupos interesados en asumir el reto.
Aníbal Pereira ha sido el más rápido y contundente. No garantiza nada pero sí tiene la iniciativa sobre cualquier otra alternativa. Tienes las ideas y asegura tener también el dinero. En su contra juegan promesas similares en su anterior etapa pero a su favor que a día de hoy el panorama para el Ourense se divide entre esa alternativa o la nada.
"No quiero decir nada hasta que esté todo confirmado y nos quedan muchos pasos que dar pero la verdad es que la situación ahora la tenemos donde queríamos. Los primeros pasos están dados, los inversores ven con buenos ojos la opción de comprar el club y tenemos tiempo para hacerlo", explica Pereira.
Si esta opción fructifica supondría un giro radical. Un futuro incierto pero distinto a lo vivido hasta ahora. El club dejaría de tener un accionariado diversificado, casi desconocido pero ourensano para ser propiedad de un grupo extranjero. El futuro del club estaría en manos de "una empresa que fundaríamos y que estaría formada por capital argentino y suizo. Ellos serían los que pondrían el dinero necesario para sacar este club adelante", explica el ex director deportivo del Ourense. Eso, sí aceptan la operación: "En los próximos días vendrán a Ourense Sebastián Pini y Lars (prefiere no aportar su apellido). La idea es reunirnos con el alcalde, el presidente de la Diputación, con los empresarios más representativos de la provincia y explicarles el proyecto. Si a los inversores les gusta lo que ven sería la forma de lanzarnos con el proyecto".
600.000 euros para empezar
Si lo inversores aceptar el proyecto los siguientes pasos estarían claros. "Tenemos cita para el día 23 a la una de la tarde con Hacienda. Que nos reciban sin ser todavía nada en el club ya es un síntoma muy bueno", dice Pereira.
Si Hacienda negocia, los siguientes serían los accionistas: "Está muy claro que tienen dos opciones, aceptar la oferta que hagamos con las quitas correspondientes a sus deudas o la nada porque el club desaparecerá. Negociaríamos con los acreedores porque no podemos arriesgar el dinero y que luego un acreedor vaya al juzgado, denuncie y se liquide el club perdiendo nosotros el dinero".
Tercero, la plantilla: "Si todo sale bien con Hacienda y conseguimos la mayoría del accionariado los jugadores no serían ningún problema. Ahí no hay nada que negociar, se les paga los que se les debe y punto. Tenemos 600.000 en 'cash' para comenzar el proyecto". La teoría está clara.
