Pero tú no te cansas de correr?'. Eso le dijo un aficionado del Marfil Santa Coloma el pasado fin de semana a Mario Ossorio, el único futbolista ourensano en la Primera división del fútbol sala español. Satisfacción doble para el verinense puesto que el Azkar Lugo acababa de conseguir ante los barceloneses la primera victoria de la temporada, al décimo intento. Dos empates más, uno de ellos en Santiago en un partido que llegaron a ir ganando por 1-3, condenan a los lucenses a cerrar la tabla con cinco puntos.
Apenas 24 años para ya un trotamundos. Verín, Asturias, Navarra, Córdoba, Cartagena o Noia han sido las escalas anteriores de un futbolista que aspira 'a jugar en la selección absoluta. Ya sé que es muy complicado, que hay mucho nivel, pero ya fui internacional sub 21 (jugó un Europeo con España y cayó en las semifinales ante los italianos) y me conocen bien', dice.
Porque pelear por un título parece complicado si miramos la clasificación y vemos que el Azkar es colista, 'pero con el MRA Navarra fuimos los últimos hasta la octava jornada y esa temporada la acabamos jugando la final contra ElPozo Murcia', recuerda.
'Me fui muy joven, con 16 años. Jugaba en Verín y tanto los compañeros como el entrenador (Pachi) me dijeron que me lo tomase en serio porque valía para esto. Sólo tengo buenas palabras, arriesgué y la verdad es que no me arrepiento', subraya.
Una pena lo de Ourense, ¿no? 'Pues sí. Una ciudad grande con mucha afición, con un pabellón espectacular, que se ha quedado sin fútbol sala. Yo llegué a jugar con Ruiz y con Pachi cuando empezaba en Verín. Tenemos que seguir ahora al equipo femenino, en el Ponte hay tres jugadoras de Verín, Ana, Jessica y Loli', remarca a modo de despedida.
Porque pelear por un título parece complicado si miramos la clasificación y vemos que el Azkar es colista, 'pero con el MRA Navarra fuimos los últimos hasta la octava jornada y esa temporada la acabamos jugando la final contra ElPozo Murcia', recuerda.
'Me fui muy joven, con 16 años. Jugaba en Verín y tanto los compañeros como el entrenador (Pachi) me dijeron que me lo tomase en serio porque valía para esto. Sólo tengo buenas palabras, arriesgué y la verdad es que no me arrepiento', subraya.
Una pena lo de Ourense, ¿no? 'Pues sí. Una ciudad grande con mucha afición, con un pabellón espectacular, que se ha quedado sin fútbol sala. Yo llegué a jugar con Ruiz y con Pachi cuando empezaba en Verín. Tenemos que seguir ahora al equipo femenino, en el Ponte hay tres jugadoras de Verín, Ana, Jessica y Loli', remarca a modo de despedida.
