Sueños de Olimpia

La crisis del Barça es la del fútbol español

photo_camera El presidente del FC Barcelona Joan Laporta.
El Barça está en la quiebra. Lo está desde hace años, pero ahora no compite al nivel de antaño. El aficionado, a quien antes no le importaba la factura, ahora protesta.

No hay que ser un lince ni un experto contable. Si usted descarga y analiza el 'Balance de la situación económico financiera del fútbol español 1999-2020', elaborado cada temporada por el CSD le será fácil rebatir la patraña de mentiras de los vendedores de humo que dirigen los clubes y las estructuras del fútbol español.

Los números auditados no se pueden esconder. La deuda en 2020 de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LFP) es de 5.679 millones de euros. Otra cosa es cómo cada club maquilla y viste al muerto en las reuniones de accionistas o socios. Por mucho que se excusen por el Covid, la realidad es que la competición está, sigue, aruinada.

Véase el caso, por reconocido, del FC Barcelona. El nuevo 'president', Joan Laporta, reveló en marzo una deuda de 1.173 millones. Su directo general, Ferrán Reverter, la incrementó a 1.350 millones hace unos días. Tengan por seguro que es mayor. Laporta acusa de la quiebra a su antecesor, Bartomeu, olvidando su primera y derrochadora etapa. La diferencia entre ambos fue la fabulosa trayectoria del mejor Barça de la historia, que diluyó los excesos y despilfarros de Laporta.

El Barça está en la quiebra. Lo está desde hace años, pero ahora no compite al nivel de antaño. No puede fichar estrellas, ni siquiera mantener las suyas (Adeu, Messi). El objetivo es sobrevivir con dignidad. El aficionado, a quien antes no le importaba la factura, ahora protesta.

La crisis del Barça es la del fútbol español. No piensen que el Real Madrid del dictador Florentino Pérez está mejor. Hace unos días admitieron 900 millones de deuda. Pregunta inocente: ¿no llega la venta de camisetas para amortizar los siderales fichajes del líder? Parece que no.

LFP: la historia del rescate permanente

La historia de la autoproclamada "mejor liga profesional de fútbol del mundo" se caracteriza por una constante. Las continuas quiebras económicas, solventadas por las administraciones con el dinero de los españoles.

En 1985, año de fundación de la actual LFP, los clubes acumulaban una deuda de 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros). El gobierno socialista acudió al rescate, cargando la cuenta a la recaudación de las quinielas.

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En 1992, año de múltiples pelotazos en España, la Liga duplicaba su récord, 40.000 millones (240 al cambio actual). De nuevo el gobierno socialista echó un cable, a cambio de que los clubes cumpliesen la Ley de 1990 para convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). No todos lo hicieron.

En 2009, clubes y SAD, con el beneplácito de políticos, medios y aficionados, reventaron la tercera burbuja. Un buen reventón. 3.526 millones de euros de deuda, 700 de ellos a Hacienda -atrévase usted- con 30 equipos en proceso concursal y varios presidentes a golpes o en la cárcel.

El gobierno socialista prometió control y mano dura, pero en 2011 la cuenta subió a 4.179 millones.

Dirigía la liga José Luis Astiazarán, tras dejar a la Real Sociedad en un solar, quien amenazó con un cierre patronal si no se cumplían unas demandas, resumidas en más dinero y menos control fiscal. La juez Purificación Puyol prohibió la huelga y avergonzó la actitud mafiosa y corrupta de los clubes.

En 2013, bajo gobierno popular y en época de fichajes millonarios, se redujo a 3.500 millones, pero la amenaza de huelga de los jugadores españoles denotaba una situación económica preocupante.

Ocho años después, Todo sigue igual. O sea, peor.

Citius, Altius, Fortius

Una competición, dos sistemas

Reconoce Joan Laporta que "de ser el FC Barcelona una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) estaríamos en causa de disolución automática". Cierto. En 1990 el gobierno español aprobó la Ley del Deporte, por la cual se pretendía ordenar las estructuras profesionales y terminar con los desmanes del fútbol nacional. De forma bochornosa y por presión de los entonces presidentes del Real Madrid (Ramón Mendoza) y FC Barcelona (José Núnez) se admitió una disposición adicional, que eximió a estos clubes de la conversión, más al Athletic de Bilbao por condición de "históricos", además del Osasuna, por "presentar un saldo positivo patrimonial desde la temporada 1985-1986". ¿Cómo lo logró? Mérito de sus contables. Resulta inaudito que la LFP y el CSD permitan en la competición dos modelos de negocio -y de tributación- diferentes, al estilo chino de "un país, dos sistemas". El Tribunal de Justicia Europeo lo calificó en marzo de privilegio fiscal y exige la devolución del dinero supuestamente evadido desde 1990. Por si fuese poca ya la deuda.

Ver o leer

De la miseria a la gloria

Como contrapeso a tanta miseria moral y económica, les recomiendo esta bonita biografía de uno de los más grandes del fútbol mundial, Edson Arantes do Nascimento o 'Pelé'. Nació para este deporte, aunque sin zapatillas para chutar el balón. Al contrario que muchos presidentes de fútbol español, partiendo de la nada alcanzó la gloria, fama y riqueza con talento, trabajo y humildad, reivindicando el 'jogo bonito' de raíces africanas. Una leyenda, afortunadamente viva, que también aparece en la película.

‘Pelé: bird of a legend’, por M.J. Zimbalist (EE.UU.-Brasil, 2016) 102'.

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