Estados Unidos se pasea

photo_camera Seibutis intenta evitar el lanzamiento de Kyrie Irving (ANDREU DALMAU)

La selección norteamericana se convirtió en la primera finalista del Mundobasket al vencer con claridad a Lituania

Un parcial de 10-0 al inicio de la segunda parte certificó el pase de Estados Unidos a la final del Mundial con una contundente victoria sobre Lituania (96-68), que aguantó el tipo durante la primera mitad, pero acabó desfondada tras el descanso, cuando el conjunto norteamericano, ya desatado, dio una nueva lección de intensidad, velocidad y ritmo.

Cuatro años después de verse las caras en el Mundial de Turquía, Estados Unidos y Lituania se enfrentaban de nuevo por una plaza en la final de la máxima competición de la FIBA y, aunque con diferentes protagonistas (de aquel triunfo por 89-74 en Estambul 2010 solo quedan Rose, Guy y Curry del equipo USA y Seibutis, Maciulis, Pocius, Jankunas y Jasaitis, por Lituania), el desenlace volvió a ser el mismo.

Esta vez, además, los lituanos se quedaron muy pronto sin opciones. Y eso que arrancó bien el conjunto de Jonas Kazlauskas. Intenso en defensa, cerrando bien el rebote y anotando, eso sí, con dificultad, y casi siempre desde la línea de personal.

Una canasta a aro pasado de Pocius rompía la igualdad inicial y colocaba tres puntos por delante a Lituania (10-13, min.5), pero la irrupción de Thompson en el partido (14 puntos en la primera mitad) y su muñeca letal contrarrestarían el dominio del rival y abrirían la primera brecha para Estados Unidos al final del primer cuarto (21-16).



Primeras ventajas

Cuando Curry se unió a Thompson desde la línea de 6,75, los chicos de la NBA lograban alcanzar los diez puntos de ventaja (32-22, min.13), pero Lituania no bajaría los brazos aun.

Con más corazón que acierto, Valanciunas, Motiejunas y Darjus Lavrinovic plantaban cara en la zona a Davis, Faried, Cousins y compañía. Y unos buenos minutos de Kuzminskas en ataque reducían distancias en el electrónico (36-30, min.16).

Fueron los últimos coletazos de Lituania, condenada por las pérdidas (12 en la primera mitad) y el mal día de sus tiradores (1 de 8 en triples en la primera mitad).

Estados Unidos se fue al descanso ocho arriba (43-35) y empezaría el tercer período como un vendaval: ahogando a su rival en defensa y con un parcial de 10-0, que obligó a Kazlauskas a pedir tiempo muerto, ponía tierra de por medio (53-35, min.22) y dejaba sentenciado prácticamente el partido.

La sangría no paró de crecer durante los minutos siguientes, con los de Mike Krzyzewski poniendo un marcha más y Harden (13 puntos en el tercer cuarto) al mando de las operaciones en cada ataque a campo abierto.

El partido ya había muerto definitivamente par los lituanos al final del tercer cuarto (76-49), pero también para los estadounidenses, quienes no pisaron más el acelerador. Al final, un claro 96-68.

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