A principio de temporada el Girona tuvo problemas para confirmar su presencia en la Liga. La fusión con el equipo de fútbol de la ciudad y la ventaja de tener un mercado periférico de nivel y barato sirvieron para tirar hacia adelante en la LEB Oro.
Ricard Casas apostó un nacional contrastado y que abarató su caché al haber cobrado por su salida de Lugo (Ordín); por un americano consolidado en la Liga pero de cotización media(Rost); un comunitario con más talento que físico (Kedzo); jugadores de LEB Plata con residencia en Cataluña (Canals, Pino y la continuidad de Ortega); y en el mercado invernal por un jugador de relleno que ayudase en los entrenamientos (Labbate).
David Navarro y Darryl Middleton completaban una plantilla sin luces de neón pero que se asentó desde el inicio en la zona tranquila. La salida del primero al Valencia de la ACB no afectó a los resultados, y cuando lo acompañó el segundo estos incluso mejoraron. Una historia sin lógica alguna y en la que el trabajo y la química del grupo se antojan la clave de las victorias.
En play off, el sueño sigue con un 2-0 ante el Canarias pese a no tener una afición que llene Fontajau. Da igual, el Girona sigue soñando.
David Navarro y Darryl Middleton completaban una plantilla sin luces de neón pero que se asentó desde el inicio en la zona tranquila. La salida del primero al Valencia de la ACB no afectó a los resultados, y cuando lo acompañó el segundo estos incluso mejoraron. Una historia sin lógica alguna y en la que el trabajo y la química del grupo se antojan la clave de las victorias.
En play off, el sueño sigue con un 2-0 ante el Canarias pese a no tener una afición que llene Fontajau. Da igual, el Girona sigue soñando.
