Granada mantiene vivo el sueño de ascender a Primera tras eliminar en la tanda de penaltis (5-4) al Celta, que llegó con vida al cara o cruz final gracias a las intervenciones de su portero Yoel y a que el local Dani Benítez falló dos penas máximas durante el tiempo reglamentario, en el que los andaluces fueron superiores y contaron con más y mejores ocasiones.
El chileno Fabián Orellana igualó la eliminatoria en el minuto 21 y, en la tanda definitiva, tras fallar Carlos Calvo su lanzamiento, Michu tuvo en sus botas la clasificación de los gallegos pero mandó su penalti fuera y, posteriormente, el meta Roberto marcó el que tiró y paró el lanzado por López Garai.
El Granada salió como una apisonadora y encerró en su área a un defensivo y asustadizo Celta en un primer cuarto de partido de asedio total que concluyó con el 1-0, firmado por Orellana de cabeza tras un medido centro de Siqueira desde la izquierda.
Tan poco le gustó su equipo a Paco Herrera en el primer tiempo, que en el descanso dejó en la caseta a Sergio Ortega y sacó al campo a Alex López -poco después entraron Trashorras y De Lucas- para eliminar los vigueses su línea de cinco defensas y pasar a jugar con cuatro atrás, variación que no impidió otra salida en tromba de los andaluces.
Joel volvió a aparecer con dos espectaculares paradones ante Collantes e Íñigo López antes de que un jugadón de Dani Benítez acabara con un claro penalti a Ighalo, pena máxima que el propio Benítez mandó al palo (m.60).
Cambio de signo
El penalti fallado por el Granada cambió el signo del choque y, a renglón seguido, Iago Aspas marró solo un mano a mano ante Roberto (m.63) en la ocasión visitante más clara de un choque que se fue a la prórroga porque Yoel volvió a salvar a los suyos con una mano prodigiosa ante Orellana.
En el tiempo extra, con los dos equipos muy fatigados, Yoel paró otro penalti tirado por Dani Benítez tras mano de Lago en el área, y Trashorras mandó un lanzamiento de falta directa al larguero, sin que nadie pudiera evitar jugarse la eliminatoria desde el punto fatídico pese a la inferioridad final de los visitantes por la expulsión de Lago.
El Granada salió como una apisonadora y encerró en su área a un defensivo y asustadizo Celta en un primer cuarto de partido de asedio total que concluyó con el 1-0, firmado por Orellana de cabeza tras un medido centro de Siqueira desde la izquierda.
Tan poco le gustó su equipo a Paco Herrera en el primer tiempo, que en el descanso dejó en la caseta a Sergio Ortega y sacó al campo a Alex López -poco después entraron Trashorras y De Lucas- para eliminar los vigueses su línea de cinco defensas y pasar a jugar con cuatro atrás, variación que no impidió otra salida en tromba de los andaluces.
Joel volvió a aparecer con dos espectaculares paradones ante Collantes e Íñigo López antes de que un jugadón de Dani Benítez acabara con un claro penalti a Ighalo, pena máxima que el propio Benítez mandó al palo (m.60).
Cambio de signo
El penalti fallado por el Granada cambió el signo del choque y, a renglón seguido, Iago Aspas marró solo un mano a mano ante Roberto (m.63) en la ocasión visitante más clara de un choque que se fue a la prórroga porque Yoel volvió a salvar a los suyos con una mano prodigiosa ante Orellana.
En el tiempo extra, con los dos equipos muy fatigados, Yoel paró otro penalti tirado por Dani Benítez tras mano de Lago en el área, y Trashorras mandó un lanzamiento de falta directa al larguero, sin que nadie pudiera evitar jugarse la eliminatoria desde el punto fatídico pese a la inferioridad final de los visitantes por la expulsión de Lago.
