El Comité de apelación de la Federación desestimó el recurso del Celta contra la sanción de cuatro partidos a su jugador Iago Aspas, por su expulsión ante el Deportivo.
Aspas fue expulsado en el minuto 28 del enfrentamiento ante el Depor, el pasado día 15, por 'dar un cabezazo a un jugador contrario estando el juego detenido', según el acta arbitral, por lo que fue castigado con cuatro encuentros por agresión a otro futbolista.
El Celta intentó que el hecho no se considerara agresión, pero Apelación desestimó sus argumentos al entender que 'no se aprecia una agresión previa por parte del contrario', que 'el juego se encontraba detenido' cuando Aspas golpeó 'de forma alevosa con su cabeza al contrario' y que no concurren atenuantes, como arrepentimiento espontáneo o provocación antes de la infracción.
'La sanción ya me imaginaba que iba a ser de cuatro partidos, pero viendo los antecedentes de otros compañeros esperaba que a mí también me sacaran algún partido. Estoy decepcionado. No sé si hay agravio comparativo, pero sí que me molesta que no se tuviesen en cuenta los antecedentes de otros compañeros', indicó Aspas.
'Estoy jodido y molesto, esto no es un plato de buen gusto para nadie y no se lo deseo a nadie', añadió Aspas, que aseguró no recordar 'casi nada' de los momentos previos a su expulsión porque 'estaba en tensión y se me fue de las manos. No recuerdo como fue todo pero creo que Marchena no me provocó'.
'Era un partido muy importante y ver la cara de impotencia de mis compañeros al finalizar el partido hace que uno se siente culpable', agregó el delantero gallego, que dijo entender las duras críticas que su compañero Mario Bermejo vertió contra él a la finalización del clásico que se disputó en Riazor.
'El que la cagué fui yo y el que tiene que atenerse a las consecuencias también soy yo. Es normal y entiendo lo que dijo Mario porque estaba caliente después de haber corrido como un pollo sin cabeza durante noventa minutos', finalizó el goleador celeste.
El Celta intentó que el hecho no se considerara agresión, pero Apelación desestimó sus argumentos al entender que 'no se aprecia una agresión previa por parte del contrario', que 'el juego se encontraba detenido' cuando Aspas golpeó 'de forma alevosa con su cabeza al contrario' y que no concurren atenuantes, como arrepentimiento espontáneo o provocación antes de la infracción.
'La sanción ya me imaginaba que iba a ser de cuatro partidos, pero viendo los antecedentes de otros compañeros esperaba que a mí también me sacaran algún partido. Estoy decepcionado. No sé si hay agravio comparativo, pero sí que me molesta que no se tuviesen en cuenta los antecedentes de otros compañeros', indicó Aspas.
'Estoy jodido y molesto, esto no es un plato de buen gusto para nadie y no se lo deseo a nadie', añadió Aspas, que aseguró no recordar 'casi nada' de los momentos previos a su expulsión porque 'estaba en tensión y se me fue de las manos. No recuerdo como fue todo pero creo que Marchena no me provocó'.
'Era un partido muy importante y ver la cara de impotencia de mis compañeros al finalizar el partido hace que uno se siente culpable', agregó el delantero gallego, que dijo entender las duras críticas que su compañero Mario Bermejo vertió contra él a la finalización del clásico que se disputó en Riazor.
'El que la cagué fui yo y el que tiene que atenerse a las consecuencias también soy yo. Es normal y entiendo lo que dijo Mario porque estaba caliente después de haber corrido como un pollo sin cabeza durante noventa minutos', finalizó el goleador celeste.
