Un gol del delantero valenciano en el minuto 87 supone la primera victoria en la fase de clasificación, en Georgia, ante un rival ultradefensivo

Soldado rescata a España

Los jugadores españoles celebran el gol de Soldado que supuso la victoria en Georgia.
España inició su camino hacia el Mundial 2014 con un partido duro, desesperante ante una Georgia ultradefensiva que salvó gracias a un ejercicio de paciencia con un gol de Soldado en la recta final, en el minuto 87.
La selección española tuvo que trabajar el sudado primer triunfo en la fase de clasificación mundialista, en un primer partido, en Georgia, que dominó de inicio a fin pero en el que le costó fabricar acciones de peligro ante un rival con dos líneas defensivas muy juntas que eliminaban espacios. Es un guión de partido que ya conoce bien España. Rival que se siente inferior, se encierra en su terreno y busca el milagro en alguna acción de contrataque.
La primera parte fue de un dominio absoluto de los españoles, que se estrellaron contra el muro defensivo georgiano de hasta nueve futbolistas erigido ante la portería de Loria.
La apuesta por Soldado y la figura de un delantero centro al uso no dio réditos en los primeros 45 minutos, ya que los envíos entre líneas se perdían en un mar de piernas. Los centros de Jordi Alba, muy activo por su banda, eran despejados casi sin dificultad por la defensa georgiana, muy sólida por arriba.
El primer momento de inquietud para la selección local llegó con un cabezazo franco de Sergio Ramos que el cancerbero georgiano, seguro, contuvo en la línea de meta. Comenzó a funcionar España cuando se asociaron Silva e Iniesta. El poste repelió un zurdazo del primero a los 28 minutos desde la frontal del área.
Media hora después del arranque del partido, Georgia consiguió dar más de cuatro pases seguidos y se animó a acercarse a la portería de Iker Casillas, que fue un espectador más durante todo el primer tiempo. Todo lo contrario que Loria. Su imagen fue creciendo y sacó una nueva mano a un disparo a la escuadra de Xavi y un mano a mano ante Soldado, en la acción más clara de gol.
Tras el descanso, los locales salieron más animados. Forzaron la primera intervención de Casillas y Amusulashvili terminó de mostrarle a España que no le iba a ser fácil vencer. Estrelló un disparo en el poste, en un aviso de que Georgia además de defender también podía enseñar las garras.
Del Bosque reaccionó. Eliminó a un centrocampista del doble pivote, Busquets, para meter al futbolista en mejor forma, Pedro Rodríguez. España volvió a instalarse en terreno rival. Con la entrada de Cazorla comenzó a explotar mejor las bandas. Ramos y Piqué se olvidaban de sus tareas defensivas y eran nuevas bazas ofensivas. El gol era cuestión de tiempo.
Más aún cuando una desafortunada acción en un choque con un compañero lesionó a Loria, la gran figura del partido. España, apremiada por el tiempo, se lanzó al asalto definitivo. Todos los rechaces iban al rival, encontraban diez jugadores defendiendo, pero la entrada en escena de Cesc Fàbregas resolvió el problema.
Cuando los aficionados aguantaban la respiración para celebrar un empate histórico, a tres minutos del final Pedro vio el desmarque de Cesc, que asistió a Soldado. De primeras remató a gol.

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