La crisis ecónomica mundial iniciada en agosto de 2007 ha dañado gravemente a los motores de Vigo, hasta el punto de que han perdido el liderazgo que mantenían en España.
La automoción gallega comenzó a recuperarse el año pasado con mejoras en las facturaciones de las empresas y en el empleo, pero el primer puesto que mantenía en la industria automovilística en España se lo arrebató Cataluña. Además, la factoría viguesa de PSA Peugeot-Citroën perdió unos 3.000 empleos desde 2007 y tuvo que recurrir a un ERE para afrontar el brusco descenso de actividad.
Este año dejará de ser la fábrica de coches más productiva de España en favor de General Motors, con su planta de Opel en Zaragoza.
La caída de producción ha provocado, por su parte, un fuerte descenso de las ventas de vehículos y los concesionarios de la provincia de Pontevedra están en niveles de hace dos décadas.
En el naval, el descenso de la carga de trabajo de los astilleros vigueses ha llevado a que los del País Vasco tengan ahora las mejoras carteras de pedidos. Barreras, el mayor astillero privado del país, lleva cuatro años sin firmar un contrato nuevo, está en concurso de acreedores (con una deuda de 62 millones) y con toda su plantilla en un ERE.
Vulcano y Factoría Naval de Marín también suspendieron pagos, igual que MCíes, que acabó desapareciendo a principios de este año. En la industria auxiliar se perdieron unos 7.000 empleos en el último año y medio y el cien por cien de las empresas está afectada por un ERE temporal, que los sindicatos prevén que se conviertan en despidos a corto plazo si la situación no mejora.
En la construcción, el sector perdió un 30 por ciento de sus empresas en los tres últimos años en la provincia y la patronal prevé más caídas en 2011 y 2012. En el último año se perdieron 4.000 puestos de trabajo y las empresas están recurriendo al trueque de productos para poder sobrevivir.
El paro creció en la comarca viguesa un 7% en el último año y concentra el 20% del desempleo de Galicia. Entre las grandes empresas que sufrieron recortes de plantilla desde el inicio de la crisis destacan PSA y sus proveedores, los astilleros y su industria auxiliar y Alfageme (cerró su planta en Vigo, pero por la mala gestión de sus dueños).
Entre los últimos casos destaca Unísono que acumula 670 despidos en un año en la ciudad y Johson Controls que cerró su planta de Redondela con 260 personas para trasladarse a Rumanía. Es la denominada deslocalización, una fórmula que están utilizando muchas empresas para abaratar costes en tiempos de crisis, como la actual.
Este año dejará de ser la fábrica de coches más productiva de España en favor de General Motors, con su planta de Opel en Zaragoza.
La caída de producción ha provocado, por su parte, un fuerte descenso de las ventas de vehículos y los concesionarios de la provincia de Pontevedra están en niveles de hace dos décadas.
En el naval, el descenso de la carga de trabajo de los astilleros vigueses ha llevado a que los del País Vasco tengan ahora las mejoras carteras de pedidos. Barreras, el mayor astillero privado del país, lleva cuatro años sin firmar un contrato nuevo, está en concurso de acreedores (con una deuda de 62 millones) y con toda su plantilla en un ERE.
Vulcano y Factoría Naval de Marín también suspendieron pagos, igual que MCíes, que acabó desapareciendo a principios de este año. En la industria auxiliar se perdieron unos 7.000 empleos en el último año y medio y el cien por cien de las empresas está afectada por un ERE temporal, que los sindicatos prevén que se conviertan en despidos a corto plazo si la situación no mejora.
En la construcción, el sector perdió un 30 por ciento de sus empresas en los tres últimos años en la provincia y la patronal prevé más caídas en 2011 y 2012. En el último año se perdieron 4.000 puestos de trabajo y las empresas están recurriendo al trueque de productos para poder sobrevivir.
El paro creció en la comarca viguesa un 7% en el último año y concentra el 20% del desempleo de Galicia. Entre las grandes empresas que sufrieron recortes de plantilla desde el inicio de la crisis destacan PSA y sus proveedores, los astilleros y su industria auxiliar y Alfageme (cerró su planta en Vigo, pero por la mala gestión de sus dueños).
Entre los últimos casos destaca Unísono que acumula 670 despidos en un año en la ciudad y Johson Controls que cerró su planta de Redondela con 260 personas para trasladarse a Rumanía. Es la denominada deslocalización, una fórmula que están utilizando muchas empresas para abaratar costes en tiempos de crisis, como la actual.
