Teniente de alcalde de Verín

María del Carmen Pardo: 'Tengo la conciencia tranquila con respecto'

María del Carmen Pardo.
Se ha dicho de ella que es la teniente de alcalde mejor pagada de Galicia (3.000 euros brutos al mes) por una dedicación parcial, algo que ella considera que es un ataque de los grupos de la oposición. María del Carmen Pardo, licenciada en Ciencias Económicas de 36 años, valora positivamente los seis primeros meses de gobierno.
¿Después de seis meses en el grupo de gobierno está contenta con su ingreso o ‘bautizo’ en política?

Sí, obviamente, muy contenta por la confianza que depositaron en nosotros los verinenses, el pasado 27 de mayo. Personalmente, el bautizo ha sido desagradable, aunque profesionalmente muy gratificante por el desafío que supone lo mucho que hay que hacer, el potencial que tiene Verín y las enormes posibilidades de concretar todo aquello que se presentó en el programa, claro está, con mucho trabajo de nuestra parte y consiguiendo los apoyos necesarios.

Y digo personalmente desagradable, porque una vez que dejé de trabajar de forma altruista, surgieron críticas de lo más surrealistas por parte de algunos miembros de la oposición. Sinceramente, no me esperaba esto, porque si lo adivinase mínimamente, no estaría aquí ahora.

Se ha generado una visión sobre mi persona completamente ajena a mi voluntad, pero que ya no me preocupa en absoluto.

Simple y humildemente, considero que tengo formación, experiencia e ideas que aportar para la mejora y avance de este Ayuntamiento; también considero que dispongo de la suficiente capacidad de trabajo e ilusión para llevarlas a cabo.

¿El mundo de la política es complicado?

No es complicado, lo complican los políticos y la gente que tiene demasiado tiempo libre. A nivel local, aunque los márgenes de maniobra deberían ser mayores, el trabajo que hay que hacer es muy bonito. Esta es mi segunda experiencia y aunque la primera fue como técnico más que como político, me irritaba profundamente ver en la televisión, trabajando como se trabajaba, las caricaturas que se hacían del día a día de los políticos gallegos.

Mi sensación es que se encasilla a todo el mundo en un estereotipo y eso no es justo.

¿Se refiere a la polémica que ha suscitado su sueldo?

No quiero parecer prepotente, pero lo realmente injusto de todo esto es que mi sueldo sea inferior al del teniente alcalde anterior, Santiago Cid Harguindey, que también tenía una dedicación parcial, y mucho menor respecto al del anterior alcalde, Emilio González. Y lo digo teniendo en cuenta mi formación y mi experiencia profesional, sin cuestionar la de los dos políticos citados.

No voy a entrar a valorar mi dedicación porque no me compete a mí hacerlo, lo hicieron los vecinos en mayo cuando nos eligieron y volverán a hacerlo en las próximas elecciones.

¿Le duelen las críticas?

Al principio no le di importancia alguna, pensé que yo era la típica ‘diana’ de la oposición y que no había de qué preocuparse.

Luego el tema se desbordó y supe que estaba batiendo récords de críticas en la calle y en los foros de este mismo periódico. Había días en que ciertos comentarios me daban fuerzas para trabajar más duro, pero otros en que me derrumbaba.

Ahora, me río cuando oigo que me llaman ‘la que cobra’.

Yo invito a la oposición a que no pierdan el tiempo en una dañina demagogia y se pongan a trabajar por Verín.

¿Qué le parecen los sueldos en política?

Se puede ser político por vocación, igual que religioso o sanitario, pero en todos los casos, a no ser que se sea muy rico y se haga voluntariado, todos necesitamos un sueldo para vivir; hay un sinfín de profesiones que cobran salarios públicos y nadie cuestiona los salarios del médico, el juez o el policía local. Tengo la conciencia muy tranquila respecto a lo que cobro y a lo que hago. Aún así, no tengo problema alguno en mostrar justificantes de remuneraciones pasadas o de mi currículum, que están a disposición de todos los vecinos en mi despacho.

Y si mi currículo y mi experiencia no lo justifican, me remito al trabajo que se está haciendo ahora en Verín.

¿Por qué una dedicación parcial y no total?

Yo estaba dispuesta al sacrificio de dejar mi casa y mi vida y a trabajar un tiempo para Verín, pero obviamente, no estaba dispuesta a perder dinero indefinidamente.

Una dedicación al cien por cien igualando mis últimas nóminas que mostré al actual alcalde era inviable para el Ayuntamiento.

Por eso optamos por una parcial al setenta por ciento. Y es muy frustrante tener que oír de l a oposición comentarios irónicos sobre la concejal que trabaja en Portugal, cuando eso no es cierto desde el mes de julio. De todos modos, soy muy libre de hacer lo que me parezca en mi tiempo libre. Realmente, lo único que he hecho es ir a dar 15 horas de clase a una Universidad a Madrid y no tengo nada que ocultar porque como digo es mi tiempo libre. Harguindey, insisto, también tenía una dedicación parcial mejor pagada y no se creó una polémica como ésta en torno a su persona.

¿En qué está centrando sus esfuerzos en este momento?

En lo que más me he dedicado hasta el momento, ha sido al proyecto de la eurociudad Verín-Chaves, a temas del día a día de lo más normal en un ayuntamiento, a otros menos ‘normales’ relacionadas con la situación que hemos heredado, y a iniciativas para la dinamización económica del municipio.

Y en este caso, me he concentrado más en el termalismo, por razones obvias de nuestro potencial, el crecimiento que está teniendo la demanda para este producto y el efecto arrastre que su desarrollo puede traer en el empleo y otros sectores que necesitan de dinamización en Verín como, por ejemplo, el comercio.

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