Fueron excarcelados además seis etarras y un miembro de los GAL, con lo que son ya 64 terroristas libres

Los asesinos de Anabel Segura y Olga Sangrador, en libertad

Valentín Tejero, a su salida ayer de la cárcel de Ciudad Real. (Foto: CIEZA)
Emilio Muñoz Guadix, el asesino de Anabel Segura, que abandonó ayer la prisión de Herrera de La Mancha, declaró a los periodistas que se arrepiente de su crimen, que daría diez años de su vida por volver atrás y que, no obstante, ya ha pagado su condena.
Muñoz, quien salió de la cárcel por decisión de la Audiencia de Toledo tras la anulación de la 'doctrina Parot', pasó 18 años en prisión de los 43 a los que fue condenado por el secuestro y asesinato de la joven madrileña Anabel Segura, ocurrido en 1993.

Al amparo de esta medida también fue puesto en libertad Valentín Tejero, preso en el mismo centro que Muñoz por distintas condenas, entre ellas una de 50 años por el rapto, violación y asesinato de la niña de nueve años y vecina de Villalón de Campos (Valladolid) Olga Sangrador en 1992. Tejero abandonó a las 16.50 horas la prisión ciudadrealeña. A su salida de la cárcel Tejero no quiso hacer ninguna declaración a los medios de comunicación y llamó a un taxi desde la cabina de teléfono que se encuentra a la salida del penal de Herrera de la Mancha.

Paralelamente, la Audiencia Nacional acordó ayer por primera vez la libertad definitiva de un miembro de los GAL, así como la de otros seis etarras, en cumplimiento de la sentencia de Estrasburgo que anuló la retroactividad de la doctrina Parot, con lo que son ya son 64 terroristas fuera de prisión, 58 de ellos etarras. El miembro de los Grupos Antiterroristas de Liberación cuya pena se ha dado por cumplida es Ismael Miquel Gutiérrez, jefe del comando de este grupo que asesinó a un ciudadano francés en 1985 al confundirle con un etarra.


MÁS ETARRAS EN LA CALLE

Entre los miembros de ETA excarcelados ayer destaca José Gabriel Zabala Erasun, condenado a varios cientos de años por cooperar en varios atentados con coche bomba, como los tres cometidos en 1992 y 1993 en Madrid en la calles Joaquín Costa y López de Hoyos y en la plaza de la Cruz Verde, en los que murieron 17 militares y dos civiles.

También salió de prisión José Ramón Martínez, alias 'Txori', condenado por el asesinato del policía nacional Ángel Postigo, cometido en 1980 en Pamplona. El tercero de los etarras cuya condena se dio por extinguida es Fernando Vicente de Luis Astarloa, condenado a más de cien años por el intento de asesinato de un joven de Baracaldo en 1986, al que confundió con un policía.

Los otros tres etarras que salieron de prisión son Kepa Solana, acogido un tiempo a la vía Nanclares, Josune Onaindia y Joseba Iñaki, del comando Vizcaya.

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