Rajoy destaca que la tranquilidad con la que se produjo la sucesión en el Trono es "reconfortante"
El discurso pronunciado por Felipe VI tras su proclamación entusiasmo a los representantes del PP y el PSOE, que valoraron especialmente su defensa de una España unida y plural, frente a la frialdad con la que lo han acogieron los presidentes vasco y catalán, Iñigo Urkullu y Artur Mas. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para quien el acto fue "muy bonito", destacó que todo el proceso de sucesión ha demostrado que en España hay leyes que funcionan y que la Constitución se cumple, y que la "tranquilidad" con que se ha hecho es "reconfortante y para sentirse contentos y orgullosos".
Mientras que Rajoy no quiso hacer ningún comentario ante la pregunta de si Felipe VI había hecho un discurso en clave territorial, el presidente Mas dijo que sigue en el "wait and see (ver y esperar)", a la salida del Congreso, preguntado por el contenido del discurso. Tanto Mas como Urkullu aplaudieron brevemente el primer discurso de Felipe VI, lo que contrastó con la ovación de casi dos minutos del resto de los presentes.
Mas explicó que no encontraron "nada nuevo" en la intervención del Rey, que le hubiera gustado que hubiera hablado de un "Estado plurinacional" y que ese ha sido el motivo por el que no ha aplaudido. Ello sirvió a la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, para acusarle de no haber estado a la altura de su cargo ante un discurso dirigido a todos los españoles y al "reconocimiento de la pluralidad, la diversidad y la unidad de toda España", con su frase "cabemos todos".
Punto de encuentro
En esa línea, el Comité Ejecutivo del PP manifestó, en un telegrama dirigido a los nuevos reyes, su confianza en que Felipe VI "seguirá siendo un punto de encuentro de todos los españoles y símbolo de nuestra convivencia" y en que "contribuirá a la unidad de todos y al proyecto de futuro del gran país que es España". Además, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirmó que el discurso ha sido "impecable para inaugurar un reinado" y la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, habló de día "trascendental", dadas las "cosas buenas", la "estabilidad" y los años de "paz duradera y convivencia en democracia entre todos los pueblos de España", que a su juicio propició la monarquía.
El PSOE, según fuentes de la Ejecutiva federal, cree que Felipe VI hizo un discurso "acertado", sobre todo por su compromiso con la monarquía constitucional y su deseo de encarnar la renovación "en un tiempo nuevo". También gustó a los socialistas su promesa de cercanía con las preocupaciones de los ciudadanos y en especial con quienes más sufren las consecuencias de la crisis, como los jóvenes y los parados, así como el llamamiento a revitalizar las instituciones.
Como "muy convenientes" vio el PSOE además sus alusiones a todas las lenguas de España, a la necesidad de vigorizar la convivencia entre los pueblos de España que conforman una nación unida pero diversa y su referencia a las distintas formas de sentirse español.
Para la número dos del PSOE, Elena Valenciano, el discurso del rey fue "completo, profundo y cercano", mientras que Trinidad Jiménez subrayó su "calado político", y el expresidente del Congreso y de Castilla-La Mancha, José Bono, se mostró confiado en que don Felipe ayude a evitar la secesión de Cataluña, que sería "una ruina" para todos y que sólo interesa "a cuatro neuróticos".
