Ayer se cumplieron 25 años de la peor masacre perpetrada por la banda terrorista ETA, que se saldó con 21 muertos, cuatro de ellos niños, y 45 heridos a causa de la explosión de una potente bomba en el centro comercial Hipercor de Barcelona. Además de ser el atentado que más víctimas mortales ha causado en la historia de ETA, éste también supuso un giro radical en la forma de actuar de la organización terrorista, ya que se trató de un ataque indiscriminado y por primera vez todas sus víctimas fueron civiles.
En un acto con víctimas del terrorismo en Barcelona coincidiendo con el 25 aniversario del atentado de Hipercor y que presidió el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, quien se comprometió ante las víctimas del terrorismo que el Estado 'jamás' negociará con ETA ni sus presos, ya que, una vez que la organización fue derrotada policialmente, no le queda margen de negociación y su única salida es la disolución, señaló con rotundidad.
En el acto, que fue muy emotivo y en el que hubo algunos familiares de víctimas que rompieron a llorar, Fernández Díaz admitió que el reconocimiento llega tarde -'más vale tarde que nunca', alegó-, y subrayó que la fecha para llevarlo a cabo no se eligió al azar, ya que se buscó que coincidiera con la masacre de Hipercor.
En el acto, que fue muy emotivo y en el que hubo algunos familiares de víctimas que rompieron a llorar, Fernández Díaz admitió que el reconocimiento llega tarde -'más vale tarde que nunca', alegó-, y subrayó que la fecha para llevarlo a cabo no se eligió al azar, ya que se buscó que coincidiera con la masacre de Hipercor.
