TRIBUNALES

Un juez envía a la cárcel a 13 miembros de la red china que explotaba a mujeres

Los detenidos han comparecido hoy ante el titular del juzgado de instrucción número 21 de Barcelona, que ha ordenado prisión para trece de ellos y libertad para los otros cinco

Un juez de Barcelona ha enviado a la cárcel a 13 de los 18 detenidos esta semana por su supuesta pertenencia a una red china dedicada al tráfico de personas, que ha sido desarticulada por la Guardia Civil.

Según han informado fuentes cercanas al caso, los detenidos han comparecido hoy ante el titular del juzgado de instrucción número 21 de Barcelona, que ha ordenado prisión para trece de ellos y libertad para los otros cinco.

Entre los cinco arrestados que han quedado en libertad figura uno que fue detenido durante el dispositivo, pese a que inicialmente no figuraba en las investigaciones, porque atacó a un agente de la Guardia Civil con un cuchillo.

Por este motivo, según las fuentes consultadas, se le abrieron diligencias separadas por atentado contra un agente de la autoridad, aunque hoy también ha quedado en libertad con cargos.

La red, desarticulada esta semana en Barcelona, obtuvo el pasado año unos beneficios de 10,8 millones de euros mediante el tráfico de inmigrantes, ya que cobraba unos 30.000 euros a las personas que traía desde China, a alguna de las cuales explotaba sexualmente en pisos-burdeles para saldar su deuda.

En la operación, iniciada el pasado miércoles, se detuvo en Barcelona, Badalona (Barcelona) y Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) a un total de 18 personas -en su mayoría chinas pero alguno también de nacionalidad coreana-, entre ellos los cabecillas de la red.

En la operación, la Guardia Civil liberó de la explotación sexual a una veintena de mujeres, algunas de las cuales están siendo atendidas por ONG especializadas en este tipo de situaciones.

La red, que cada vez tenía más influencia en la comunidad china asentada en Barcelona, estaba muy cohesionada en torno a la figura del líder, ya que todos los miembros de la organización mantenían un vínculo familiar con él y procedían de la misma zona de China.

La organización, que operaba en Barcelona al menos desde 2011, estaba dividida en tres ramas: una que se encargaba de los viajes -para lo que utilizaban siempre una misma agencia para comprar los billetes-, otra que gestionaba los prostíbulos y una tercera que traficaba con drogas, como marihuana y cristal.

Cuando los ciudadanos chinos llegaban a Barcelona, la red los mantenía en pisos-patera, se quedaba su documentación y les proveía de pasaportes falsos o robados.

A los que decidían continuar con su éxodo, les facilitaban la salida hacia otros destinos, siempre en avión, tanto en la Unión Europea, a países como Italia, Reino Unido, Francia, Irlanda o Suiza, o incluso hacia Canadá.

Las mujeres que preferían quedarse en Barcelona eran explotadas sexualmente en pisos-burdeles y los hombres, en negocios controlados por la red, en ambos casos para saldar la deuda.

Te puede interesar