El consejero madrileño de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha asegurado hoy que Madrid no suspenderá el euro por receta porque cree que la tasa entra en sus competencias y ha señalado que tendrá que suspenderlo el Tribunal Constitucional si admite a trámite el recurso que presente el Gobierno central.
Durante una rueda de prensa en la consejería, Lasquetty ha respondido así al ser preguntado si la Comunidad de Madrid parará la aplicación de la tasa -que se cobra desde el 1 de enero- después de que ayer el Tribunal Constitucional ordenase la suspensión de esta misma medida en Cataluña, al admitir a trámite un recurso del Gobierno central contra la misma.
'No vamos a suspender esa medida, tendrá que hacerlo el Tribunal Constitucional. Y no vamos a hacerlo porque estamos seguros de nuestra competencia para fijar una tasa por actos administrativos realizados por funcionarios de la comunidad, y porque estamos convencidos de hacer lo que esté a nuestro alcance para garantizar la sostenibilidad del sistema', ha respondido.
Con todo, Lasquetty ha recordado que lo que hizo ayer el alto tribunal no es determinar si el euro por receta es constitucional o no, sino que 'simplemente admitió a trámite el recurso del Gobierno' -que implica la suspensión inmediata de la medida-, y el proceso 'tardará' aún en resolverse.
'En el caso de Madrid, la regulación no es exactamente igual a la catalana, pero en todo caso el Tribunal Constitucional examinará el recurso que presente el Gobierno y será el que decida si lo admite a trámite o no', ha continuado.
Tampoco ha querido aventurar si la Comunidad de Madrid terminará devolviendo el dinero que se ha ingresado hasta ahora por la tasa, ya que antes 'tienen que pasar muchas cosas', desde que el Tribunal admita el recurso hasta que decida si es constitucional o no, y que determine qué consecuencias tendrá su decisión. 'Esto no es inmediato', ha dicho.
Respecto al número de personas que se ha negado a pagar hasta ahora el euro por receta en Madrid, Lasquetty ha afirmado que aún no hay datos concretos, pero 'las primeras impresiones' son de que se trata de un número 'bajísimo'.
El consejero de Sanidad ha opinado también que 'no tiene sentido' pedir la mediación de la ministra del área, Ana Mato, para resolver el conflicto con los profesionales sanitarios de la Comunidad, y ha repetido que sus protestas esconden intereses 'sindicales'.
'No vamos a suspender esa medida, tendrá que hacerlo el Tribunal Constitucional. Y no vamos a hacerlo porque estamos seguros de nuestra competencia para fijar una tasa por actos administrativos realizados por funcionarios de la comunidad, y porque estamos convencidos de hacer lo que esté a nuestro alcance para garantizar la sostenibilidad del sistema', ha respondido.
Con todo, Lasquetty ha recordado que lo que hizo ayer el alto tribunal no es determinar si el euro por receta es constitucional o no, sino que 'simplemente admitió a trámite el recurso del Gobierno' -que implica la suspensión inmediata de la medida-, y el proceso 'tardará' aún en resolverse.
'En el caso de Madrid, la regulación no es exactamente igual a la catalana, pero en todo caso el Tribunal Constitucional examinará el recurso que presente el Gobierno y será el que decida si lo admite a trámite o no', ha continuado.
Tampoco ha querido aventurar si la Comunidad de Madrid terminará devolviendo el dinero que se ha ingresado hasta ahora por la tasa, ya que antes 'tienen que pasar muchas cosas', desde que el Tribunal admita el recurso hasta que decida si es constitucional o no, y que determine qué consecuencias tendrá su decisión. 'Esto no es inmediato', ha dicho.
Respecto al número de personas que se ha negado a pagar hasta ahora el euro por receta en Madrid, Lasquetty ha afirmado que aún no hay datos concretos, pero 'las primeras impresiones' son de que se trata de un número 'bajísimo'.
El consejero de Sanidad ha opinado también que 'no tiene sentido' pedir la mediación de la ministra del área, Ana Mato, para resolver el conflicto con los profesionales sanitarios de la Comunidad, y ha repetido que sus protestas esconden intereses 'sindicales'.
