El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trasladará hoy al papa su deseo de preservar y profundizar las excelentes relaciones que considera que existen entre España y el Vaticano una vez superadas algunas cuestiones de la etapa del Ejecutivo socialista que fueron vistas con recelo por la Santa Sede.
Rajoy será recibido por Jorge Mario Bergoglio en el Vaticano, en la que será la primera audiencia del pontífice a un líder europeo, una deferencia que el Gobierno agradece y que interpreta como una muestra de los estrechos lazos entre España y la Santa Sede.
El jefe del Ejecutivo acude a Roma sin asuntos que interfieran en esa relación, según fuentes del Gobierno, después de determinadas decisiones del Gabinete de Zapatero que contaron con el rechazo expreso de la Iglesia. Fue el caso de la ley de matrimonio entre homosexuales o la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que fue criticada especialmente por el anterior pontífice, Benedicto XVI.
Joseph Ratzinger llegó a considerarla como una amenaza a la libertad religiosa al entender que imponía enseñanzas que 'transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra pero que, en realidad, reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón'.
El anteproyecto de ley de educación que planteó el Gobierno elimina esa asignatura y potencia la de religión al determinar que será obligatorio elegir entre ella y otra denominada Valores Culturales y Sociales.
El Gobierno está convencido de que la condición de latinoamericano del papa Francisco puede imprimir un sello especial a la relación del Vaticano con España, y aunque es consciente de la cargada agenda que el pontífice va a tener en los próximos meses, espera que pueda concretarse una visita cuanto antes a España.
La invitación a esa visita fue trasladada al papa por el príncipe Felipe el pasado 19 de marzo, en la conversación que mantuvieron en la basílica de San Pedro tras la misa solemne de inicio de su pontificado. 'Estaríamos encantados de que venga', le dijo el príncipe, a lo que Bergoglio respondió de forma distendida: 'Bueno, como estamos cerca...'
Don Felipe estuvo acompañado por la princesa Letizia, y Rajoy formó parte de la delegación española y ya tuvo oportunidad entonces de intercambiar unas palabras con el nuevo papa.
Rajoy viajó ayer a Roma junto a su esposa, Elvira Fernández, al frente de una reducida delegación, y será recibido hoy por el pontífice en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, donde suele verse con los jefes de Estado y de Gobierno. Además, está previsto que Rajoy mantenga una reunión posterior con el secretario de Estado del Vaticano, Tarsicio Bertone.
El presidente del Gobierno tiene intención de agradecer la labor social y educativa de la Iglesia en España, que considera especialmente significativa en tiempos de crisis. Será la primera audiencia de Rajoy con un papa en el Vaticano desde que accedió a la Presidencia del Gobierno en diciembre de 2011, ya que no tuvo ningún encuentro con el anterior pontífice, el alemán Benedicto XVI.
La última vez que un presidente del Gobierno español acudió a la Santa Sede fue en 2010, cuando Ratzinger concedió una audiencia a Zapatero en la que abordaron la intención que entonces tenía su Ejecutivo de poner en marcha la ley de libertad religiosa.
El jefe del Ejecutivo acude a Roma sin asuntos que interfieran en esa relación, según fuentes del Gobierno, después de determinadas decisiones del Gabinete de Zapatero que contaron con el rechazo expreso de la Iglesia. Fue el caso de la ley de matrimonio entre homosexuales o la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que fue criticada especialmente por el anterior pontífice, Benedicto XVI.
Joseph Ratzinger llegó a considerarla como una amenaza a la libertad religiosa al entender que imponía enseñanzas que 'transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra pero que, en realidad, reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón'.
El anteproyecto de ley de educación que planteó el Gobierno elimina esa asignatura y potencia la de religión al determinar que será obligatorio elegir entre ella y otra denominada Valores Culturales y Sociales.
El Gobierno está convencido de que la condición de latinoamericano del papa Francisco puede imprimir un sello especial a la relación del Vaticano con España, y aunque es consciente de la cargada agenda que el pontífice va a tener en los próximos meses, espera que pueda concretarse una visita cuanto antes a España.
La invitación a esa visita fue trasladada al papa por el príncipe Felipe el pasado 19 de marzo, en la conversación que mantuvieron en la basílica de San Pedro tras la misa solemne de inicio de su pontificado. 'Estaríamos encantados de que venga', le dijo el príncipe, a lo que Bergoglio respondió de forma distendida: 'Bueno, como estamos cerca...'
Don Felipe estuvo acompañado por la princesa Letizia, y Rajoy formó parte de la delegación española y ya tuvo oportunidad entonces de intercambiar unas palabras con el nuevo papa.
Rajoy viajó ayer a Roma junto a su esposa, Elvira Fernández, al frente de una reducida delegación, y será recibido hoy por el pontífice en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, donde suele verse con los jefes de Estado y de Gobierno. Además, está previsto que Rajoy mantenga una reunión posterior con el secretario de Estado del Vaticano, Tarsicio Bertone.
El presidente del Gobierno tiene intención de agradecer la labor social y educativa de la Iglesia en España, que considera especialmente significativa en tiempos de crisis. Será la primera audiencia de Rajoy con un papa en el Vaticano desde que accedió a la Presidencia del Gobierno en diciembre de 2011, ya que no tuvo ningún encuentro con el anterior pontífice, el alemán Benedicto XVI.
La última vez que un presidente del Gobierno español acudió a la Santa Sede fue en 2010, cuando Ratzinger concedió una audiencia a Zapatero en la que abordaron la intención que entonces tenía su Ejecutivo de poner en marcha la ley de libertad religiosa.
