El robo en Bótoa provocó el arresto de cuatro militares por negligencia

El robo de veinte fusiles de asalto HK y de 10 pistolas Llama en la Base Militar 'General Menacho' de Bótoa en febrero de 2011, y que la Guardia Civil ha recuperado en parte, provocó el arresto por negligencia de un sargento, un cabo y dos soldados que se encontraban de guardia cuando ocurrieron los hechos.
Los cuatro militares fueron sancionados con catorce días de arresto por inexactitud en el cumplimiento de sus obligaciones, una falta que el Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas considera leve.

Los investigadores de la Guardia Civil descartaron la posibilidad de que alguno de los cuatro miembros del servicio de seguridad en la noche del robo de los fusiles y las pistolas estuviera implicado en el robo, por lo que las sanciones se aplicaron estrictamente desde la vía disciplinaria por un comportamiento negligente.

Según la investigación interna del Ejército de Tierra abierta en su momento, el día en el que se produjo el robo no fallaron las cámaras de seguridad de la base.

Es más, cuatro de ellas registraron imágenes de movimientos sospechosos que no fueron atendidos por los miembros del servicio de seguridad, según informaron en su momento fuentes militares.

El informe detallaba que las grabaciones se produjeron precisamente en el punto de perímetro de la base por donde entraron los ladrones y las imágenes demostraban que los arrestados en su día tuvieron un comportamiento negligente al no realizar ni las inspecciones ni los controles ordenados.

El robo originó una fuerte polémica entre el Ministerio de Defensa, dirigido entonces por Carme Chacón, y el PP, que llegó a denunciar en boca de su diputada Beatriz Rodríguez-Salmones que 'los informes son demoledores: 29 de 44 cámaras funcionaron mal' la noche de autos.

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