La misa tomará el relevo a las doce y media, estando fijado para la una y cuarto un concierto a cargo de la Real Banda de Gaitas de la Diputación provincial. A su término será el momento del pregón, que llegará de la mano del periodista Pepe González, fijado para las dos menos cuarto.
A las dos comenzará una comida popular, que estará amenizada con diferentes actuaciones musicales. Empanada, sopa, cocido y postre componen el menú programado, en el que no faltarán ni agua y vino do Ribeiro, además de diferentes licores.
Música tradicional
Adelanta el alcalde que para la celebración, que cuenta con el apoyo económico de Política Social y de la Diputación, se instalará una gran carpa en el recinto del Parque Náutico de Galicia, en donde la música tradicional será una de las grandes estrellas de la fiesta.
Algo más de mil trescientos son los habitantes del municipio ourensano, 1.315 en concreto, de los que 587 suponen los empadronados que tienen 65 años o los superan.
“Ésta es una fiesta exclusivamente para mayores, en la que no caben ni la política ni la ideología”, subraya el alcalde, Avelino Pazos, que ante la pregunta de cuándo decidieron organizarla responde que “lo primero que nos planteamos fue celebrar una fiesta para los emigrantes, aquí todas las casas tuvieron alguno. Después volvieron al pueblo. Luego añadimos a los mayores, de manera que homenajeamos a los dos, a los emigrantes y a los mayores. Al final es un reconocimiento a su sacrificio”.
“Llegamos al ayuntamiento el 11 de agosto de 2020, en plena epidemia del covid. No fue posible celebrarla ese año y la pospusimos para el 21. Pero por aquel entonces no había todavía normalidad. Ahora si, ahora ha llegado el momento”, relata.
“La intención es que la fiesta perdure, el año que viene habrá una segunda edición. De lo que se trata es de hacer un homenaje permanente a los mayores, deberíamos ayudarles cada día”, subraya el regidor de Castrelo de Miño, que espera reunir “a doscientas, trescientas personas” en la celebración de este sábado.
GOLD RIVER RACE
Habrá música y comida pero también deporte. Porque la celebración coincide “con el final de la segunda etapa de la Gold River Race, una de las regatas más largas del mundo. Así que los que acudan podrán ver también piragüistas”, finaliza Pazos.
