El productor del último videoclip del cantante, filmado en el recinto de Oseira, destapó múltiples anécdotas de rodaje
"Un zombi a la intemperie" se dejó ver y oír ayer en el Centro Cultural Marcos Valcárcel como inicio de la conferencia que ofreció José María Besteiro, el productor audiovisual del último videoclip de Alejandro Sanz, quien desgranó a los presentes algunas anécdotas del rodaje. Además, Besteiro, originario de Lugo, destacó el Foro La Región, marco en el que se circunscribió su charla, considerando que este tipo de iniciativas y puntos de encuentro son un "lujo" para la ciudad.
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, encargado de presentar al ponente, destacó especialmente la confidencialidad guardada por La Región, que conoció un martes la presencia del cantante y mantuvo el secreto hasta el sábado, cuando redactó la información para su publicación el domingo, cuando Sanz ya había abandonado Oseira; y lo hizo, puntualizó, para no poner en riesgo el rodaje, arriesgándose incluso a que otros medios de comunicación pudieran adelantarse.
Baltar también recordó que "en sólo 16 días desde el estreno, personas en 76 países ya buscaron en google Ourense y ha tenido 2.100.000 visitas". Tras aludir a la amistad que le une a Besteiro, Baltar subrayó que "las dos revoluciones más grandes fueron, en el siglo XX la musical, y en el XXI la tecnológica, la de las redes sociales, la más rápida. Las dos revoluciones juntas son imbatibles. Por lo tanto, no hay vehículo promocional como éste".
También incidió en que " Sanz está en la cima, compone y tiene 25 millones de discos vendidos, y es un tremendo prescriptor de opinión".
Después llegó el turno a las anécdotas del rodaje, no sin antes destacar el presidente de la Diputación la confidencialidad con la que"todo se llevó a cabo. Estuvo aquí cuatro días y cuatro noches, y la gente se enteró cuando se enteró."
José María Besteiro, tras destacar los conocimientos musicales y tecnológicos de Baltar, también subrayó su carácter negociador: "Le dije que el hecho de que viniera Sanz era impagable, y él me contestó que lo que tenía un valor inculcable era Oseira". El productor recordó que esta historia arrancó en el 2010. "Me dijo que había que traer a Sanz a grabar a Galicia" y así fue finalmente. Quiso dejar claro que "Sanz vino gratis, así que yo también quise trabajar gratis. Si él no hubiese venido así,hubiera sido imposibe hacer un proyecto como este".
Desveló que Sanz estuvo alojado en una casa de turismo rural,"porque en un hotel hubiera sido imposible guardar el secreto. La primera noche me dijo que lo que le gustaba era el pulpo y el caldo, y vinieron unos pulpeiros de Carballiño".
