Los abogados y representantes Pablo Sánchez y Javier Picallo clarificaron el presente de la Liga desde el punto de visto del negocio que la condiciona
Mal asunto cuando la butaca deja de ser cómoda y las miradas al reloj no se hacen por necesidad de saber la hora. Nada que ver con el Foro La Región de ayer en el Liceo. Se hizo corto y resultó ameno desde la presentación de Patricio Sánchez (Universidad de Vigo) hasta la ovación final a los abogados y agentes Pablo Estévez y Javier Picallo. Solo el hambre podía haber distraído a alguno de los muchos asistentes.
Porque desde el inicio Estévez y Picallo entablaron un debate-dialogo-anecdotario-exposición sin paja. "Si lo que os gusta es el morbo de los fichajes, Javier es vuestro hombre. Lo mío es más el asesoramiento a clubes o federaciones", avanzó Estévez en una intervención que ubicó a los oyentes y que poco a poco fue quedando clara.
La primera batería de datos solo hizo abrumar sobre el peso en la sociedad de una competición, la Liga, a la que nadie discute.
"Representa el 1,7 del PIB, crea 85.000 puestos de trabajo, tiene 164 millones de seguidores por televisión e interesa al 54 por ciento de la población", disparó Estévez.
Lo que quedó también claro es que entre eso y el resto de competiciones del mismo deporte en España las similitudes son solo fruto de la imaginación. También, que los valores del deporte en sí hace tiempo que saltaron por la ventana.
"El fútbol ha tenido tanta fuerza que se ha atrevido a pelear por estar por encima de la ley", comento Picallo. Y no perdió oportunidad de nombrar al club del que presume y al que dispara a la cabeza: "El consejero delegado del Atlético de Madrid está sentenciado y quedó demostrado que delinquía con el club. Sigue siendo el consejero delegado. Esto solo pasa en España".
Y mantuvo el ejemplo rojiblanco para hablar de representantes: "Estuve en la final de Champions de Lisboa. Pudo jugarla Radamel Falcao y no lo hizo porque su agente lo colocó en un club de la sexta liga europea y que juega en un estadio que es poco más que Pasarón. Eso ocurrió porque su agente nunca pensó en el interés del jugador".
Por extensión tocó analizar a los cada vez más manidos fondos de inversión. Cuanto más lejos mejor. Esa es la conclusión: "Nos quieren hacer ver que el dinero está ahí y es mentira. El dinero está en la camiseta de Cristiano Ronaldo que le compras al niño, en las botas de Messi o en los 180 euros que pagas por ver a tu equipo". Completó la idea Estévez: "Si mañana al Celta lo absorbe un fondo de inversión y gana un título quizá solo yo, que sé como se manejan, tenga dudas de si fue un buen negocio para el club".
Ya con el reloj como adversario y apurando el paso, quedó tiempo para cortarle un traje a directivos como Jesus Gil "que en su primer año ya entendió lo fácil que se puede manipular a gente que está dispuesta a morir por su equipo", a demostrar con datos el porqué "el Valencia de Peter Lim está manejado por un agente del que hay hasta documentales en la televisión y que no veo porque si no la rompería" e incluso criticar a los medios de comunicación (vade retro) porque "se callan lo que saben por no hacer daño a los clubes y luego a los clubes les pasa lo que les pasa".
Lo dicho, que se hizo corto el Foro sobre un deporte que no lo es tal y una Liga iceberg en la que todo lo malo, que es mucho, no está a la vista, o sí pero miramos hacia otro lado.
