DELITO SEXUAL

Un acusado de abusos sexuales a su hijastra y pornografía infantil lo niega en A Coruña

La víctima ha relatado que los abusos se producían cuando su madre y sus hermanos dormían

 Un hombre acusado de dos delitos de abuso sexual -a su hijastra durante años y a una amiga de ésta durante una semana- así como de otros dos delitos de tenencia de material infantil pornográfico -para uso personal y para su distribución posterior- ha negado en la vista oral del juicio, celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de A Coruña, cualquier implicación en los hechos que se le imputan.

El encausado ha negado haberle realizado a su hijastra, con la que por aquel entonces vivía con él, ningún tipo de tocamiento, ni haberle pedido que le realizase una masturbación o una felación, como ella ha denunciado, y ha añadido que jamás le tocó "ni un pelo" y que quizás ese fue, precisamente, su "error" porque, según ha relatado, la denunciante les hacía "la vida imposible" a su mujer -madre biológica de la víctima- y a él.

El abogado de la acusación particular le ha preguntado si la adolescente en alguna ocasión le pidió que la llevase al psicólogo, a lo que ha respondido que "sí" y que la llevó, pero que deduce que su comportamiento "nervioso" era porque consumía "porros, cocaína y caballo", algo que han negado tanto la joven como la novia de uno de los hijos del supuesto acosador, que acogió a la víctima cuando la echaron de su casa.

A.E.M.D. ha acusado a su hijastra de mantener relaciones sexuales con su hijo biológico, que actualmente se encuentra en prisión -de lo que la ha culpado a ella también- así como de haber amenazado a su madre "con cuchillos".

También ha confesado, ante las preguntas de la fiscal, tener varias cuentas de Facebook con nombres de mujer pero que eran para conseguir fichas para jugar al póker y no para almacenar fotos de menores puesto que está acusado de un delito de tenencia de pornografía infantil que la Policía encontró en los discos duros de su ordenador.

La fiscal le ha preguntado si alguna vez utilizó el programa Ares para descargarse contenido ilícito y realizar búsquedas de vídeos de menores de contenido sexual, a lo que el acusado ha contestado que no es cierto que él realizase búsquedas o viese ningún vídeo de esas características.

La víctima ha relatado que los abusos se producían cuando su madre y sus hermanos dormían y que el encausado aprovechaba el miedo que sabía que ella le tenía para forzarla enganchándola por los pelos e inmovilizándola por la cabeza.

A partir de que la víctima cumplió los doce años de edad, según ha declarado la misma, la peticiones empezaron a incluir relaciones sexuales completas porque "él se había enterado de que había perdido la virginidad".

Ha afirmado que no dijo nada a nadie porque no se sentía respaldada por ningún familiar y que cuando se lo contó a su madre ésta la obligó a decir lo mismo delante de su pareja y, tras hacerlo, ambas abandonaron el domicilio, pero al día siguiente la progenitora volvió con el supuesto culpable.

Según su testimonio, el comportamiento rebelde se debía a que ella se negaba a continuar con las peticiones que su padrastro le hacía y que fue él, entonces, el que empezó a hacerle "la vida imposible" a ella.

La víctima ha explicado también que la pareja de su madre "le tocaba el culo" a sus amigas cuando la iban a ver al domicilio familiar -hecho que ha corroborado la testigo que la acogió en su casa y que vio en alguna ocasión cuando acudió al domicilio del investigado- y que incluso llegó a grabar a "una de ellas duchándose" y que tiene conocimiento de ello porque encontró el vídeo en el ordenador de A.E.M.D.

En cuanto a la relación sentimental que mantuvo con su hermanastro, ha confirmado que fue cierto y que era el único que la apoyaba por aquel entonces, antes de confesarle los hechos a nadie.

Además. el encausado tenía unos bolígrafos y un reloj con cámara que, según ha defendido en el estrado, compró por simple "curiosidad" y que nunca utilizó para grabar a su hija o a sus amigas.

La madre de la víctima ha mostrado, en todo momento, su apoyo a su pareja y ha mantenido que su hija le daba "mala vida" y que le gritaba, le pegaba y la insultaba cuando le quitaba el móvil o la castigaban.

Asimismo, ha explicado que, tanto ella como su pareja, le recriminaban su forma de vestir y la calificaban de "guarrilla", algo que, según ha explicado la novia del hijo del presunto culpable, llevó a que el hombre castigase a su hijastra dejándola "en bragas y sujetador", más de una semana, en su habitación y con las persianas levantadas para que los vecinos pudiesen verla.

La Fiscalía pide para el acusado una pena de 10 años de prisión y otros tantos de orden de alejamiento, así como una indemnización de 50.000 euros en concepto de daños morales por los supuestos abusos realizados a su hijastra.

En el caso de la amiga de la joven, el Ministerio Fiscal considera que la pena debería ser de 3 años de privación total de la libertad y otros 3 de orden de alejamiento y una suma de 9.000 euros por los daños morales causados.

Por el delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, se reclaman tres años de prisión y otros tantos de libertad vigilada con la obligatoriedad de someterse a un programa de educación sexual.

Está previsto que mañana se tome declaración a los testigos de la defensa y de los Policías que encontraron las fotografías y los vídeos pornográficos en su ordenador personal. 

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