El alcalde de Muxía, el socialista Félix Porto, anunció hoy en el Parlamento que escuchará las barbaridades que dijo la supuesta agente electoral del PSOE María Isabel Blanco para estudiar la posibilidad de presentar una querella, pues insistió en que actúa por venganza.
En su intervención en la comisión de investigación que analiza esta cuestión --en la que también compareció como responsable de Unións Agrarias (UU.AA.)--, Félix Porto definió a María Isabel Blanco como una pícara sin escrúpulos que sí utilizaba las relaciones humanas y personales y reiteró que éste se un asunto puro de venganza, con un montaje del PP.
El regidor de Muxía reiteró en varias ocasiones que María Isabel Blanco no es una agente electoral del PSOE ni trabajó nunca para el partido y atribuyó esta trama a que cuando días antes de finalizar su vinculación laboral con UU.AA., a través de un contrato con Viticultores do Castro, Porto, ya alcalde, le comunicó que no tenía capacidad para hacer nada.
Al recordarle que ella sabía que el contrato era por un año, siempre según la versión de Félix Porto, María Isabel Blanco le amenazó con que se acordaría de ella. Es una venganza pura y dura y se aprovecha para realizar esta trama, apuntó. Indicó que a esta emigrante retornada la conocía de antes por haber trabajado ya en UU.AA., la intentó ayudar y mantuvo una absoluta normalidad con ella hasta ese momento.
Además, Félix Porto recordó que con los votos de los residentes en Muxía lograría la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales de 2007 y que la perdió con los sufragios de los gallegos en el exterior. En este sentido, pidió que también se investigue cómo ganó el PP en este ayuntamiento de la Costa da Morte en 200.
3 SEGUIMIENTO A BLANCO.
El alcalde igualmente expresó su sorpresa por el hecho de que alguien que monta toda esta parafernalia mediática --en alusión a María Isabel Blanco-no decidiese hacer público que sufría acoso laboral o se le obligaba a hacer algo y sí lo haga nueve meses después. Por ello, apuntó que será interesante realizar un seguimiento de esta persona para ver dónde aparace contratada.
En su condición de responsable de UU.AA. Porto reconoció que, aunque él no participó en la selección de María Isabel Blanco, sí dijo que se le contratase entre los candidatos, y justificó que no realizase su trabajo en Ourense y sí en Vimianzo en que hubo que reenfocar su tarea, pues solicitaron tres personas en una convocatoria de ayudas a la Consellería de Traballo --un administrativo, un ingeniero y un abogado--, pero sólo le concedieron el primero y en esas condiciones no se podía desarrollar el proyecto inicial previsto en la Ribeira Sacra.
Por ello, explicó que se produjo un acuerdo entre las partes para cambiar las condiciones que figuraban en la convocatoria para poder desarrollar su trabajo en la Costa da Morte. Todo se hizo con absoluta transparencia e incluso se devolvió parte de la subvención, dijo, para que María Isabel Blanco no cobrase más que lo que le correspondería en UU.AA. por el desempeño de sus labores.
En sus dos comparecencias, Félix Porto se mostró convencido de que el tema quedó suficientemente aclarado y que no se produjo ninguna irregularidad ni ilegalidad y se hizo a través de un acuerdo entre dos organizaciones, con absoluta transparencia y sin ningún tipo de ocultación.
Por su parte, el diputado del PP Antonio Rodríguez Miranda mostró su desacuerdo con que Félix Porto compareciese también como responsable de UU.AA. y afirmó que le quedan muchas dudas y planteó que la Consellería de Traballo debería iniciar un expediente para que se devuelva la subvención concedida a María Isabel Blanco por entender que no se ajustó a las bases, algo en lo que coincidió el nacionalista Carlos Aymerich.
DUDAS FUNDADAS.
Rodríguez Miranda considera que según avanza esta comisión de investigación cada día hay más fundadas dudas de que María Isabel Blanco trabajó para Félix Porto como agente electoral y criticó que los socialistas sólo vayan en los tribunales contra la parte más débil, en alusión a la denuncia por vía civil de la diputada socialista Marisol Soneira, que fue la que presentó a ambos.
Carlos Aymerich indicó que tampoco ve nada claro, pues no consta que se modificase el expediente de la Consellería de Traballo para que la subvención fuese al final para otro cometido diferente al inicial. Asimismo, atribuyó que María Isabel Blanco le fallase a Porto por la crisis del PSOE en la Costa da Morte, en relación a supuestas malas relaciones entre los regidores de Muxía y de Vimianzo, Alejandro Rodríguez.
Por su parte, el socialista Xaquín Fernández Leiceaga calificó este asunto de montaje mal hecho y defendió las gestiones realizadas tanto por Marisol Soneira como por Félix Porto, además de recordar igualmente que fue por el voto de la emigración por el que el socialista perdió la mayoría absoluta en Muxía.
Por otra parte, el ex conselleiro de Emigración con el Gobierno del PP, Aurelio Miras Portugal, realizó una defensa a ultranza de los gallegos en la emigración y se mostró de acuerdo en mejorar el sistema de voto y en velar por el buen nombre de los gallegos del exterior. Me siento emigrante, llegó a proclamar.
Miras Portugal se refirió al convenio con Iberia, que definió como un instrumento de patrocinio y no conlleva cargos presupuestarios. En ningún lugar del texto hace mención para acuerdos de emergencia social, ante nosotros --el Gobierno del PP- primábamos este hecho, precisó.
El regidor de Muxía reiteró en varias ocasiones que María Isabel Blanco no es una agente electoral del PSOE ni trabajó nunca para el partido y atribuyó esta trama a que cuando días antes de finalizar su vinculación laboral con UU.AA., a través de un contrato con Viticultores do Castro, Porto, ya alcalde, le comunicó que no tenía capacidad para hacer nada.
Al recordarle que ella sabía que el contrato era por un año, siempre según la versión de Félix Porto, María Isabel Blanco le amenazó con que se acordaría de ella. Es una venganza pura y dura y se aprovecha para realizar esta trama, apuntó. Indicó que a esta emigrante retornada la conocía de antes por haber trabajado ya en UU.AA., la intentó ayudar y mantuvo una absoluta normalidad con ella hasta ese momento.
Además, Félix Porto recordó que con los votos de los residentes en Muxía lograría la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales de 2007 y que la perdió con los sufragios de los gallegos en el exterior. En este sentido, pidió que también se investigue cómo ganó el PP en este ayuntamiento de la Costa da Morte en 200.
3 SEGUIMIENTO A BLANCO.
El alcalde igualmente expresó su sorpresa por el hecho de que alguien que monta toda esta parafernalia mediática --en alusión a María Isabel Blanco-no decidiese hacer público que sufría acoso laboral o se le obligaba a hacer algo y sí lo haga nueve meses después. Por ello, apuntó que será interesante realizar un seguimiento de esta persona para ver dónde aparace contratada.
En su condición de responsable de UU.AA. Porto reconoció que, aunque él no participó en la selección de María Isabel Blanco, sí dijo que se le contratase entre los candidatos, y justificó que no realizase su trabajo en Ourense y sí en Vimianzo en que hubo que reenfocar su tarea, pues solicitaron tres personas en una convocatoria de ayudas a la Consellería de Traballo --un administrativo, un ingeniero y un abogado--, pero sólo le concedieron el primero y en esas condiciones no se podía desarrollar el proyecto inicial previsto en la Ribeira Sacra.
Por ello, explicó que se produjo un acuerdo entre las partes para cambiar las condiciones que figuraban en la convocatoria para poder desarrollar su trabajo en la Costa da Morte. Todo se hizo con absoluta transparencia e incluso se devolvió parte de la subvención, dijo, para que María Isabel Blanco no cobrase más que lo que le correspondería en UU.AA. por el desempeño de sus labores.
En sus dos comparecencias, Félix Porto se mostró convencido de que el tema quedó suficientemente aclarado y que no se produjo ninguna irregularidad ni ilegalidad y se hizo a través de un acuerdo entre dos organizaciones, con absoluta transparencia y sin ningún tipo de ocultación.
Por su parte, el diputado del PP Antonio Rodríguez Miranda mostró su desacuerdo con que Félix Porto compareciese también como responsable de UU.AA. y afirmó que le quedan muchas dudas y planteó que la Consellería de Traballo debería iniciar un expediente para que se devuelva la subvención concedida a María Isabel Blanco por entender que no se ajustó a las bases, algo en lo que coincidió el nacionalista Carlos Aymerich.
DUDAS FUNDADAS.
Rodríguez Miranda considera que según avanza esta comisión de investigación cada día hay más fundadas dudas de que María Isabel Blanco trabajó para Félix Porto como agente electoral y criticó que los socialistas sólo vayan en los tribunales contra la parte más débil, en alusión a la denuncia por vía civil de la diputada socialista Marisol Soneira, que fue la que presentó a ambos.
Carlos Aymerich indicó que tampoco ve nada claro, pues no consta que se modificase el expediente de la Consellería de Traballo para que la subvención fuese al final para otro cometido diferente al inicial. Asimismo, atribuyó que María Isabel Blanco le fallase a Porto por la crisis del PSOE en la Costa da Morte, en relación a supuestas malas relaciones entre los regidores de Muxía y de Vimianzo, Alejandro Rodríguez.
Por su parte, el socialista Xaquín Fernández Leiceaga calificó este asunto de montaje mal hecho y defendió las gestiones realizadas tanto por Marisol Soneira como por Félix Porto, además de recordar igualmente que fue por el voto de la emigración por el que el socialista perdió la mayoría absoluta en Muxía.
Por otra parte, el ex conselleiro de Emigración con el Gobierno del PP, Aurelio Miras Portugal, realizó una defensa a ultranza de los gallegos en la emigración y se mostró de acuerdo en mejorar el sistema de voto y en velar por el buen nombre de los gallegos del exterior. Me siento emigrante, llegó a proclamar.
Miras Portugal se refirió al convenio con Iberia, que definió como un instrumento de patrocinio y no conlleva cargos presupuestarios. En ningún lugar del texto hace mención para acuerdos de emergencia social, ante nosotros --el Gobierno del PP- primábamos este hecho, precisó.