Los nacionalistas condicionan su entrada en el gobierno a eliminar directores generales y mantendrá su postura al respecto del PGOM

Bao (BNG) renuncia a su puesto en la Diputación de Lugo

Foto: EFE

El candidato del BNG a la Alcaldía de Lugo, Antón Bao, ha anunciado este miércoles que renunciará a su acta en la Diputación de Lugo para centrarse en su labor en la ciudad de las Murallas. Lo hace después de que la asamblea local nacionalista haya dado luz verde a iniciar las negociaciones con el PSdeG de Xosé Clemente López Orozco para tratar de componer un bipartito que dé estabilidad al gobierno municipal.

Con todo, la entrada del BNG está condicionada a determinadas cuestiones y, en general, a una mudanza en la forma de hacer política. Entre otras cuestiones, ha mencionado su rechazo a que se haga un complejo deportivo privado en San Fiz y la necesidad de que se reduzca el gasto en la organización municipal, con la supresión de directores generales y de delegados de áreas no electos.

Son algunos de los requisitos que pondrán encima de la mesa los nacionalistas en la negociación que mantendrán con los socialistas de Lugo para entrar en el gobierno local, que comenzarán en próximos días y que seguirán después del pleno constitutivo de este sábado, para el que Orozco tiene garantizados los apoyos de los dos concejales del BNG ya antes de la celebración de la asamblea de este martes.

En el periodo 'transitorio' hasta que se consiga un eventual pacto, el BNG se compromete a garantizar la estabilidad del gobierno, tal y como ha ratificado este miércoles el responsable en Lugo de la organización frentista, Xose Lois Devesa.

'Tiene que ser un acuerdo claro y transparente para la ciudadanía, y que permita a las dos fuerzas trabajar con comodidad y lealtad en el gobierno, lleve el tiempo que lleve, el BNG no tiene prisa', ha remarcado el responsable local del Bloque.

Además, los nacionalistas celebrarán en los próximos días un consello local del que saldrán los negociadores, entre los que se incluirán los dos concejales electos, Antón Bao, Paz Abraira, y el propio Devesa. Por su parte, el acuerdo de la asamblea se les ha trasladado a los dirigentes socialistas, con los que se han puesto en contacto en la mañana de este miércoles.

OTROS ASPECTOS

Otro aspecto sobre el que supeditarán el gobierno tiene que ver con las torres del Garañón, urbanización paralizada por orden judicial. A este respecto, la concejala electa, Paz Abraira, ha advertido de que primará 'la defensa de lo público sobre lo privado', por lo que, en este caso, aunque a expensas de lo que decida la Justicia, abogan por que ese lugar se convierta 'en un espacio para ganar a los vecinos de Lugo'.

Otro aspecto que dejó claro el también vicepresidente de la Diputación, Antón Bao, es que se dedicará al concello y por lo tanto se autodescartaba para de nuevo ser el vicepresidente en un hipotético gobierno bipartito en la diputación.

PGOM

En cuanto a uno de los aspectos más polémicos, el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), que contó con el voto en contra de los nacionalistas, la concejala Paz Abraira explicó que el BNG 'va a seguir manteniendo sus posicionamientos y los mismos criterios' que mantuvo siempre, tanto en la parte que está aprobada como en la que falta.

'Entendemos que Lugo debe crecer pero teniendo en cuenta su realidad actual', ha manifestado la representante nacionalista. El BNG quiere, entre otras cuestiones, que se reduzcan los suelos urbanizables.

Devesa avisó de que 'el BNG mantendrá su perfil propio', aunque entre en el gobierno local, pero anteponiendo también la 'lealtad' en el trabajo de un gobierno que 'haga políticas de izquierda'.

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