El ministro de Fomento, José Blanco, ha inaugurado esta tarde el nuevo puente sobre el río Miño a su paso por la ciudad de Lugo, una infraestructura en la que el Gobierno ha invertido 29,3 millones de euros y cuyas obras, que comenzaron en octubre de 2009, han sido finalizadas con ocho meses de antelación sobre el calendario previsto.
Además del ministro, a la inauguración asistieron el alcalde de la ciudad, José López Orozco; el presidente de la Diputación Provincial, José Ramón Gómez Besteiro; el subdelegado del Gobierno en Lugo, José Vázquez Portomeñe, y una notable representación de la sociedad civil, formada por casi medio millar de personas.
El nuevo puente de Lugo, que quedará abierto mañana al tráfico, se había convertido en un compromiso personal del ministro de Fomento, José Blanco, que anunció el mismo día que colocó la primera piedra que las obras estarían terminadas, salvo imprevistos, antes del plazo de ejecución establecido en el contrato con la empresa constructora.
Durante su discurso, Blanco reconoció que este puente ha sido 'algo muy querido, muy personal', como lo demostró el hecho de que la licitación de la obra se produjo a los ocho días de tomar posesión como ministro de Fomento, concretamente el 16 de abril de 2009.
'Ha sido la obra por la que más he luchado, una obra muy especial, y la que más he seguido', dijo el ministro, que incluso confesó que se desplazó en muchas ocasiones 'anónimamente' para comprobar la evolución de los trabajos.
En ese sentido, quiso subrayar que 'en política, un hecho vale más mil promesas' y el nuevo puente sobre el río Miño en Lugo, el primero que se construye desde 1975, 'ha dejado de ser el eterno sueño para convertirse en una realidad', en un 'acto de justicia', reiteró el ministro.
Del presupuesto total de esta infraestructura, que ha sido cofinanciada con fondos europeos FEDER, el Ministerio de Fomento ha invertido 24,4 millones de euros en la ejecución de las obras, 3,2 millones de euros en las expropiaciones y 1,7 millones en la redacción del proyecto, asistencias técnicas y vigilancia de los trabajos.
En cuanto a los aspectos técnicos, el nuevo puente tiene una longitud total de 195 metros, repartidos en dos tramos, uno con un vano metálico de 95 metros sobre el mismo cauce del río Miño, con un arco parabólico sobre el tablero, y otro, de 100 metros, que es un viaducto de acceso a la estructura principal.
El nuevo puente mejorará notablemente la accesibilidad al casco urbano desde el suroeste de la ciudad, porque la empresa concesionaria ha construido también los viales de conexión de la nueva infraestructura con la Nacional VI y las carreteras de Portomarín (LU-612) y Santiago de Compostela, que facilitan el acceso al barrio de A Ponte.
Además, con estas conexiones, se abren también nuevas salidas desde la ciudad hacia la futura autovía A-54 (Lugo- Santiago), que actualmente está en fase de ejecución por parte del Ministerio de Fomento.
Por otra parte, Blanco anunció que el Ministerio de Fomento ya está analizando 'la viabilidad técnica' de una solución 'de consenso, económicamente viable y respetuosa con el medio ambiente', para conectar el nuevo puente directamente con la ciudad a través de la 'Volta da Viña', una obra, dijo, 'que se va acelerar al máximo'.
En su intervención, el alcalde dijo que quería resumir su discurso en dos palabras, 'muchas gracias' y se refirió a la nueva infraestructura como el 'Puente Blanco', porque dijo que el ministro siempre estuvo detrás de su construcción, 'en la sombra' o como protagonista desde su llegada al Ministerio.
Cuando mañana entre en servicio, esta nueva infraestructura le dará un descanso al antiguo puente romano, que soporta actualmente una alta intensidad de tráfico, con el paso de unos 12.000 vehículos al día.
Blanco también anunció que el antiguo puente romano será rehabilitado gracias a los fondos que aportará el Ministerio de Fomento a través del 1% Cultural, que serán distribuidos en el mes de julio.
El presupuesto aproximado de ese proyecto de rehabilitación será de 900.000 euros y en 6 meses podría estar ejecutada la obra.
El ministro también se comprometió a firmar próximamente un 'nuevo protocolo' de colaboración con el Ayuntamiento de Lugo' que marcará 'las pautas a seguir' en materia de nuevas infraestructuras, porque opina que 'esta ciudad ha merecido mucho más de lo que se le ha dado'.
