Agentes de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria intervinieron 440.000 euros y bloqueado más de 400 inmuebles y 80 vehículos en la operación contra el blanqueo de capitales denominada 'Caballo de Troya' y en cuyo marco fueron detenidas la pasada semana 15 personas.
Esta operación fue ordenada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela, que dirige el juez José Antonio Vázquez Taín, y deriva de la Operación Crucero, en la que fueron detenidos en diciembre el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y el empresario Ángel de Cabo, acusado de comprar Viajes Marsans al otro empresario para ocultar sus bienes a los acreedores.
De Cabo, que fue detenido por estos hechos a pesar de encontrarse ya en prisión, es, según la Policía, el principal responsable de este entramado, ya que supuestamente manejaba la información e impartía instrucciones, figurando como administrador, apoderado o socio de numerosas sociedades mercantiles que conforman el entramado empresarial de esta organización. El entramado adquiría empresas con problemas económicos a precios muy bajos para posteriormente descapitalizar sus activos y evitar así que pudieran ser empleados para pagar a sus acreedores.
Tenían su sede en Valencia aunque operaban a través de numerosos registros mercantiles en diferentes puntos de España. De hecho las detenciones fueron practicadas, una, en Coirós (A Coruña), dos en Ponferrada (León), siete en Madrid y cinco en la provincia de Valencia, lugares en los que, durante los registros, fueron intervenidos 440.000 euros -en efectivo, pagarés y cheques-, gran cantidad de documentación, un revólver con munición y varios ordenadores.
La detección de la venta de un hotel de lujo en Santiago -por 2 euros- fue la alerta para centrar sus investigaciones en las actividades de un grupo de individuos organizados, jerarquizados y estable desde hace años, que se dedicaba a la compra de empresas con problemas económicos.
De Cabo, que fue detenido por estos hechos a pesar de encontrarse ya en prisión, es, según la Policía, el principal responsable de este entramado, ya que supuestamente manejaba la información e impartía instrucciones, figurando como administrador, apoderado o socio de numerosas sociedades mercantiles que conforman el entramado empresarial de esta organización. El entramado adquiría empresas con problemas económicos a precios muy bajos para posteriormente descapitalizar sus activos y evitar así que pudieran ser empleados para pagar a sus acreedores.
Tenían su sede en Valencia aunque operaban a través de numerosos registros mercantiles en diferentes puntos de España. De hecho las detenciones fueron practicadas, una, en Coirós (A Coruña), dos en Ponferrada (León), siete en Madrid y cinco en la provincia de Valencia, lugares en los que, durante los registros, fueron intervenidos 440.000 euros -en efectivo, pagarés y cheques-, gran cantidad de documentación, un revólver con munición y varios ordenadores.
La detección de la venta de un hotel de lujo en Santiago -por 2 euros- fue la alerta para centrar sus investigaciones en las actividades de un grupo de individuos organizados, jerarquizados y estable desde hace años, que se dedicaba a la compra de empresas con problemas económicos.
