El rector asegura que Agir no recibe 'ninguna ayuda' de la USC, pero avanza que estudiarán 'medidas académicas' contra los participantes

La Facultad de Económicas denuncia a la Policía los altercados a San Gil pidiendo la expulsión

La Facultad de Ciencias Económicas de Santiago de Compostela presentó una denuncia ante la Comisaría de Policía sobre los altercados registrados ayer en sus instalaciones durante una conferencia de la presidenta del PP vasco, María San Gil, y demandará al Rectorado de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) 'la expulsión inmediata' de los alumnos cuya participación en los hechos sea demostrada.
En declaraciones, la decana de la Facultad de Económicas, Maite Cancelo Márquez, explicó que están intentado identificar a los alumnos que participaron en los altercados con ayuda de los decanos de otros centros, puesto que por el momento sólo reconocieron que uno de ellos esté matriculado en esta facultad. Una vez que sean identificados, avanzó que solicitarán su expulsión de la Universidad porque cree que hay que actuar 'con toda la contundencia a la que se pueda llegar'.

En el informe que remitirá al rector de la USC, Maite Cancelo Márquez también solicitará que a la asociación de estudiantes independentistas Agir, a la cual culpó de los 'lamentables' incidentes, le sea 'retirada todo tipo de representación en la Universidad' y que no cuente con ninguna clase de apoyo económico ni de infraestructuras por parte de la institución docente.

No obstante, el rector de la USC, Senén Barro, confirmó a Europa Press que Agir no figura en el registro de asociaciones de estudiantes, aunque algunos alumnos sí se presentaron bajo estas siglas a juntas de centros, y además informó de que este colectivo no recibe ningún tipo de ayuda ni económica ni en concepto de local para sus actividades.

EXPULSIÓN.

Sobre la posibilidad de expulsar a los alumnos, Senén Barro dijo que, a la vista del informe 'lo más exhaustivo posible' solicitado a la Facultad de Económicas, se decidirán las medidas académicas oportunas ante unos hechos que calificó de 'absolutamente lamentables y bochornosos' para la USC.

Al respecto, indicó que, 'en la medida en que se pueda probar la implicación en los hechos de personas matriculadas en la USC', se adoptarán decisiones porque estos hechos 'si son condenables en cualquier lugar, más en una universidad que lucha por la libertad de expresión'.

Senén Barro recordó el caso en 2002, recién llegado él al rectorado, de un estudiante que fue expulsado de la USC por agredir a una compañera y que era miembro precisamente de la organización Agir. En este sentido, puntualizó que estas medidas deben ser adoptadas tras 'una instrucción muy detallada'. A su juicio, este tipo de incidentes se deben a 'grupúsculos, por fortuna absolutamente minoritarios', pero que 'actúan de un modo que puede tener consecuencias dramáticas.

'NO SON HECHOS AISLADOS'.

La decana de la Facultad de Económicas relató que además del intento de agresión a María San Gil --'le intentaban dar por todos lados', dijo--, una profesora de la facultad que había bajado a buscar una botella de agua fue 'acorralada, le escupieron, la tiraron al suelo y la zarandearon hasta que la sacaron de allí los escoltas'. 'Fue una barbaridad', afirmó tras asegurar que se escucharon consignas como 'Gora ETA' y frases de 'desprecio a la vida' como 'ojalá te metas en el coche y bum'.

Cancelo Márquez indicó que entre los 30 jóvenes que participaron en estos hechos había gente de '18, 19 y 20 años', pero 'había un par de ellos de bastante más de 20 que son los que alentaban y les están comiendo el cerebro'. 'Es como una secta', aseguró en referencia al comportamiento de asociaciones como Agir y subrayó que son 'siempre prácticamente los mismos' al referirse al boicot de otros actos como el Foro de Empleo en noviembre o algunos incidentes en la Facultad de Políticas.

'No es un acto aislado', dijo sobre el intento de agresión de ayer a María San Gil, por lo que defendió que 'hay que actuar ya' porque estos grupos 'están cruzando la línea' y existen personas que 'están creando ese caldo de cultivo y 'les comen el cerebro'. 'Tienen que ver que todo acto tiene consecuencias. Es lo prioritario', afirmó.

Finalmente, el rector de la USC aprovechó para expresar su condena 'sin ningún tipo de paliativos' de los incidentes violentos registrados durante el intento de boicoteo de la conferencia de María San Gil y agregó que este tipo de hechos 'nunca se pueden identificar con la trayectoria de una universidad como la de Santiago, que siempre defiende las libertades'. Por ello, expresó su deseo de que este tipo de altercados 'no se vuelva a producir'.

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