El secretario xeral de la Unión do Povo Galego (UPG) -partido integrado en el BNG-, Francisco Rodríguez, destacó ayer su 'autoritarismo nulo' como líder este partido, función que tras 12 años, dejará de ocupar tal y como anunció -señaló- cuando asumió por última vez este cargo. Sobre su sucesor, indicó que hay 'cinco o seis nombres, de diferentes sexos', pero afirmó que, sobre ellos, no tiene preferencias.
'A mí me valen todos', remarcó en la rueda de prensa para la presentación del XIII Congreso Nacional de la UPG, cuyo plenario tendrá lugar el próximo domingo. Para este congreso en el que se elegirán los miembros del Comité Central y el secretariado político, están llamados más de un millar de militantes de la UPG y, según sus cálculos, lo hará un 80 por ciento de la militancia.
Rodríguez, que explicó que él seguirá 'militando' y 'trabajando' en cuestiones de tipo 'intelectual' de su ámbito -es filólogo-, pero será lejos de la primera línea política, después de pasar a un segundo plano también en el BNG.
Además, el líder de la UPG dijo que, 'frente a la imagen que se vende', él ha sido una figura 'justamente la contraria a un líder, a los jefes y a supuestos personajes maléficos o míticos'. 'No lo digo como una virtud, si algún defecto tiene el nacionalismo histórico es el no querer nadie o haber poca a disposición de estar en cargos', apuntó. En esta línea también 'negó la mayor' sobre la preponderancia de la fuerza hegemónica y acerca de si ello impidió la convivencia en el seno del BNG, motivo que alegaron los grupos escindidos en los últimos meses del frente nacionalista, como el Encontro Irmandiño de Xosé Manuel Beiras o Máis Galiza.
'Yo pertenezco a ese grupo hegemónico, tardé muchos años en tener un cargo institucional, cuando los tuve, fue por anuencia, no creo que lo desempeñase mal. Estoy ahora con 66 años, no tengo ningún cargo, ni lo quiero, ni me interesa', explicó el dirigente nacionalista.
Rodríguez, que explicó que él seguirá 'militando' y 'trabajando' en cuestiones de tipo 'intelectual' de su ámbito -es filólogo-, pero será lejos de la primera línea política, después de pasar a un segundo plano también en el BNG.
Además, el líder de la UPG dijo que, 'frente a la imagen que se vende', él ha sido una figura 'justamente la contraria a un líder, a los jefes y a supuestos personajes maléficos o míticos'. 'No lo digo como una virtud, si algún defecto tiene el nacionalismo histórico es el no querer nadie o haber poca a disposición de estar en cargos', apuntó. En esta línea también 'negó la mayor' sobre la preponderancia de la fuerza hegemónica y acerca de si ello impidió la convivencia en el seno del BNG, motivo que alegaron los grupos escindidos en los últimos meses del frente nacionalista, como el Encontro Irmandiño de Xosé Manuel Beiras o Máis Galiza.
'Yo pertenezco a ese grupo hegemónico, tardé muchos años en tener un cargo institucional, cuando los tuve, fue por anuencia, no creo que lo desempeñase mal. Estoy ahora con 66 años, no tengo ningún cargo, ni lo quiero, ni me interesa', explicó el dirigente nacionalista.
