Ana Miranda acaba de tomar posesión de su escaño de eurodiputada por el BNG, un esacño temporal. Se trata de un acuerdo firmado por ERC, Eusko Alkartasuna y Aralar que concurrieron a las elecciones europeas como la 'Europa de los Pueblos-Verdes' y que se turnan la presencia en Bruselas en función de su respaldo electoral. Miranda formará parte de la Comisión de Agricultura, Pesca y Territorio donde se debate el futuro de los fondos europeos.
¿Cuáles son los temas prioritarios que defenderá en Bruselas?
En principio todos aquellos relacionados con Galicia y sus sectores productivos. En estos momentos es muy importante conseguir el mejor acuerdo posible en el debate sobre la política pesquera común, la reforma de la política agraria, donde hay que prestar la máxima atención al sector lácteo y al ganadero, así como a la reforma de los fondos estructurales. Queremos que Galicia sea declarado territorio en transición y que con ello siga recibiendo fondos europeos. Otros sectores que para nosotros son fundamentales con el naval, la industria conservera y el textil.
¿Cómo puede conseguir el BNG mejoras para Galicia?
La principal ventaja de la presencia del BNG en Bruselas es que se va a hablar de Galicia y que se va a hablar de nuestros sectores productivos. A diferencia de otros diputados, nosotros tenemos una convicción muy firme de que nos debemos a la sociedad y que estamos aquí para defender sus intereses. No es lo mismo tener un representante en Europa para defender en todo momento nuestra industria o nuestra agricultura o pesca, que sea una defensa realizada por un jefe de Estado que tiene que defender unos intereses comunes para el resto del país. Hay que tener en cuenta que en esta legislatura el Parlamento Europeo tiene codecisión en materia agraria, en política pesquera o en desarrollo regional. Por eso una enmienda aprobada permitiría conseguir fondos comunitarios.
Hay países cuyos intereses siempre prevalecen sobre el resto. ¿Se puede luchar contra ésto?
Estamos viendo el caso de Alemania y Francia que están conduciendo la política europea hacia una política intergubernamental en lugar de federal como debería ser. Es complicado en este momento de crisis cambiar esta política si no se reforma completamente el sistema. Nosotros, desde nuestra pequeña aportación, haremos lo posible volver a aquella llamada Europa social, hoy desaparecida porque ha sido raptada por los mercados.
¿Galicia sería hoy muy distinta sin las ayudas europeas?
Evidentemente. Los fondos europeos contribuyeron mucho al desarrollo de Galicia. El problema es que no se focalizó bien o no se escogieron bien los sectores donde se tenía que haber invertido. Se invirtió más en cemento que en talento. Se hicieron muchas carreteras, pero no se atendió el desarrollo rural que hacía mucha más falta. Siguen faltando líneas de transporte rápidas, eficaces y baratas entre ciudades como Lugo y Coruña o Lugo-Santiago. Son líneas lentas, caras y no son competitivas. El tren de alta velocidad es importante, pero seguramente sería más interesante un transporte en la Comunidad mucho más eficaz. Los fondos europeos tendrían que haber sido mejor dedicados. Uno de los ejemplos es el saneamiento. Yo me pregunto cómo es posible que en la Ría de Vigo o la Ría de Coruña no estén saneadas con todos los fondos que han llegado.
La percepción de las instituciones europeas es generalmente antipática. ¿Existen motivos para tener ese punto de vista?
Sí. Tenemos una Comisión Europea, que teóricamente hace funciones de Gobierno europeo, pero que vemos que está absolutamente domesticada por los poderes económicos y los grandes lobbies. Tenemos un Consejo de Ministros donde nadie defiende el interés europeo, sino que se defiende el interés de cada estado. Por eso existe una deriva hacia políticas individuales en función de intereses particulares. Por otro lado, está el Parlamento Europeo, que es la institución de los ciudadanos, y que es lo que más deberíamos revalorizar. Particularmente mantengo un compromiso de darle ese valor humano y de cercanía para que los ciudadanos sepan lo que se decide allí, y que eso les afecta. Hay diputados en Bruselas que se merecen esa antipatía por su arrogancia y discurso alejado de la sociedad. Nosotros queremos ser lo contrario y hacer un trabajo con humildad y útil para los gallegos.
¿Cree que el nuevo gobierno contribuirá a defender mejor los intereses de Galicia?
El nuevo Gobierno está formado por personas fieles al presidente. Espero que el presidente ejerza de gallego y defienda el sector pesquero y el sector agrario. También espero que trabajen en el levantamiento del veto al sector naval. n
En principio todos aquellos relacionados con Galicia y sus sectores productivos. En estos momentos es muy importante conseguir el mejor acuerdo posible en el debate sobre la política pesquera común, la reforma de la política agraria, donde hay que prestar la máxima atención al sector lácteo y al ganadero, así como a la reforma de los fondos estructurales. Queremos que Galicia sea declarado territorio en transición y que con ello siga recibiendo fondos europeos. Otros sectores que para nosotros son fundamentales con el naval, la industria conservera y el textil.
¿Cómo puede conseguir el BNG mejoras para Galicia?
La principal ventaja de la presencia del BNG en Bruselas es que se va a hablar de Galicia y que se va a hablar de nuestros sectores productivos. A diferencia de otros diputados, nosotros tenemos una convicción muy firme de que nos debemos a la sociedad y que estamos aquí para defender sus intereses. No es lo mismo tener un representante en Europa para defender en todo momento nuestra industria o nuestra agricultura o pesca, que sea una defensa realizada por un jefe de Estado que tiene que defender unos intereses comunes para el resto del país. Hay que tener en cuenta que en esta legislatura el Parlamento Europeo tiene codecisión en materia agraria, en política pesquera o en desarrollo regional. Por eso una enmienda aprobada permitiría conseguir fondos comunitarios.
Hay países cuyos intereses siempre prevalecen sobre el resto. ¿Se puede luchar contra ésto?
Estamos viendo el caso de Alemania y Francia que están conduciendo la política europea hacia una política intergubernamental en lugar de federal como debería ser. Es complicado en este momento de crisis cambiar esta política si no se reforma completamente el sistema. Nosotros, desde nuestra pequeña aportación, haremos lo posible volver a aquella llamada Europa social, hoy desaparecida porque ha sido raptada por los mercados.
¿Galicia sería hoy muy distinta sin las ayudas europeas?
Evidentemente. Los fondos europeos contribuyeron mucho al desarrollo de Galicia. El problema es que no se focalizó bien o no se escogieron bien los sectores donde se tenía que haber invertido. Se invirtió más en cemento que en talento. Se hicieron muchas carreteras, pero no se atendió el desarrollo rural que hacía mucha más falta. Siguen faltando líneas de transporte rápidas, eficaces y baratas entre ciudades como Lugo y Coruña o Lugo-Santiago. Son líneas lentas, caras y no son competitivas. El tren de alta velocidad es importante, pero seguramente sería más interesante un transporte en la Comunidad mucho más eficaz. Los fondos europeos tendrían que haber sido mejor dedicados. Uno de los ejemplos es el saneamiento. Yo me pregunto cómo es posible que en la Ría de Vigo o la Ría de Coruña no estén saneadas con todos los fondos que han llegado.
La percepción de las instituciones europeas es generalmente antipática. ¿Existen motivos para tener ese punto de vista?
Sí. Tenemos una Comisión Europea, que teóricamente hace funciones de Gobierno europeo, pero que vemos que está absolutamente domesticada por los poderes económicos y los grandes lobbies. Tenemos un Consejo de Ministros donde nadie defiende el interés europeo, sino que se defiende el interés de cada estado. Por eso existe una deriva hacia políticas individuales en función de intereses particulares. Por otro lado, está el Parlamento Europeo, que es la institución de los ciudadanos, y que es lo que más deberíamos revalorizar. Particularmente mantengo un compromiso de darle ese valor humano y de cercanía para que los ciudadanos sepan lo que se decide allí, y que eso les afecta. Hay diputados en Bruselas que se merecen esa antipatía por su arrogancia y discurso alejado de la sociedad. Nosotros queremos ser lo contrario y hacer un trabajo con humildad y útil para los gallegos.
¿Cree que el nuevo gobierno contribuirá a defender mejor los intereses de Galicia?
El nuevo Gobierno está formado por personas fieles al presidente. Espero que el presidente ejerza de gallego y defienda el sector pesquero y el sector agrario. También espero que trabajen en el levantamiento del veto al sector naval. n
