El sargento primero de la Guardia Civil Elias Venero, acusado de un delito de abuso de autoridad (acoso) por una agente que estaba a sus órdenes en el puesto de Boñar (León), negó ayer los cargos que se le imputan y aseguró que benefició a la denunciante.
La Fiscalía militar solicita una pena de 18 meses de prisión y la acusación particular eleva la petición a cinco años. Por su parte, la Abogacía del Estado y la defensa solicitan la libre absolución del acusado.
Sandra M.G. denunció al sargento ante la supuesta situación de acoso sufrida en el puesto de Boñar, del que el acusado era responsable en 2004. Los problemas, según la denuncia, comenzaron el día en que el acusado tomó posesión de su destino, el 8 de marzo, cuando,al parecer espetó a la agente si estaba 'trabajando o follando' ante la tardanza de ésta en abrir la puerta del cuartel.
Sandra M.G. denunció al sargento ante la supuesta situación de acoso sufrida en el puesto de Boñar, del que el acusado era responsable en 2004. Los problemas, según la denuncia, comenzaron el día en que el acusado tomó posesión de su destino, el 8 de marzo, cuando,al parecer espetó a la agente si estaba 'trabajando o follando' ante la tardanza de ésta en abrir la puerta del cuartel.
