Los 'indignados' del Obradoiro no tienen intención de desmantelar su campamento, pese a las 'sutiles' invitaciones para que lo hagan, y se reconocen 'preparados para lo que pueda pasar', es decir, para un desalojo que prevén frenar con una convocatoria masiva de SMS telefónicos.
De hecho, y pese a reiterar que permanecerán en esta plaza de forma indefinida, no descartan que intenten dispersarlos después de contemplar esta mañana la 'sutil' medida de colocar vallas en los soportales del pazo de Raxoi para, dicen, evitar que se refugien si llueve, una acción que el propio alcalde en funciones, Xosé Sánchez Bugallo, ha reconocido que es para impedir que tomen la plaza.
El número de tiendas de campaña se ha incrementado de forma notable desde la pasada semana, cuando había unas veinte, hasta las casi cien que hoy colorean la céntrica plaza compostelana, que ha amanecido cubierta por las nubes y bajo la amenaza de lluvias.
Hasta esta mañana, la propia Alcaldía mantenía que el domingo, que fue ayer, es improrrogable para su retirada, si bien el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, ha señalado hoy que las acampadas de los indignados 'no se arreglan a porrazos' y ha dicho que ha hablado con Sánchez Bugallo, también socialista, quien apostará por el diálogo para solucionar este asunto.
Esta tarde y tras ser recibido por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Sánchez Bugallo ha explicado que espera que los acampados en el Obradoiro ofrezcan una solución para evitar que esta zona emblemática se convierta en un cámping, mientras ha admitido que el Gobierno es reacio a un desalojo por la fuerza.
En cualquier caso, Belén Rodríguez, del comité de comunicación de los acampados, informa de que han puesto en marcha una campaña mediante SMS telefónicos por la que convocarán a la ciudadanía a acudir al Obradoiro en caso de un eventual desalojo, e insiste en que los 'indignados' decidieron ayer en asamblea continuar en esta zona 'indefinidamente'.
De momento, han intentado hoy colapsar los cajeros de los bancos de la plaza de Galicia con la retirada de cantidades de 15 y 150 euros, en homenaje a la fecha del 15-M que dio nombre a este movimiento, y creen que la iniciativa ha ido 'muy bien'.
En Lugo, el Ayuntamiento no se plantea, al menos 'de momento' desalojar a los 'indignados', como tampoco ocurre en Ourense, ni en Vigo o Pontevedra, mientras que A Coruña no se ha pronunciado al respecto.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han resumido a Efe la situación en la Comunidad gallega, donde hasta el momento sólo ha recibido el requerimiento oficial del Ayuntamiento de Santiago para el desalojo de los acampados que permanecen en la plaza del Obradoiro.
El número de tiendas de campaña se ha incrementado de forma notable desde la pasada semana, cuando había unas veinte, hasta las casi cien que hoy colorean la céntrica plaza compostelana, que ha amanecido cubierta por las nubes y bajo la amenaza de lluvias.
Hasta esta mañana, la propia Alcaldía mantenía que el domingo, que fue ayer, es improrrogable para su retirada, si bien el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, ha señalado hoy que las acampadas de los indignados 'no se arreglan a porrazos' y ha dicho que ha hablado con Sánchez Bugallo, también socialista, quien apostará por el diálogo para solucionar este asunto.
Esta tarde y tras ser recibido por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Sánchez Bugallo ha explicado que espera que los acampados en el Obradoiro ofrezcan una solución para evitar que esta zona emblemática se convierta en un cámping, mientras ha admitido que el Gobierno es reacio a un desalojo por la fuerza.
En cualquier caso, Belén Rodríguez, del comité de comunicación de los acampados, informa de que han puesto en marcha una campaña mediante SMS telefónicos por la que convocarán a la ciudadanía a acudir al Obradoiro en caso de un eventual desalojo, e insiste en que los 'indignados' decidieron ayer en asamblea continuar en esta zona 'indefinidamente'.
De momento, han intentado hoy colapsar los cajeros de los bancos de la plaza de Galicia con la retirada de cantidades de 15 y 150 euros, en homenaje a la fecha del 15-M que dio nombre a este movimiento, y creen que la iniciativa ha ido 'muy bien'.
En Lugo, el Ayuntamiento no se plantea, al menos 'de momento' desalojar a los 'indignados', como tampoco ocurre en Ourense, ni en Vigo o Pontevedra, mientras que A Coruña no se ha pronunciado al respecto.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han resumido a Efe la situación en la Comunidad gallega, donde hasta el momento sólo ha recibido el requerimiento oficial del Ayuntamiento de Santiago para el desalojo de los acampados que permanecen en la plaza del Obradoiro.
