Un juzgado obliga a un vigués a dejar la perra a su expareja para pasearla

La resolución obliga al dueño de la mascota a entregársela a su mujer los fines de semana al entender injustificado que ni ella ni el hijo puedan disfrutarla juntos

Las mascotas también tienen su régimen de visitas cuando una pareja se separa. Un juzgado de Vigo, el de Primera Instancia 12 de Familia ha dictado una resolución en la que requiere al dueño de una perra para que cumpla, de forma inmediata, el acuerdo al que llegó con su esposa, aprobado en abril de 2021, según el cual la mascota estaría con ella los mismos fines de semana que el hijo en común de ambos.

La perra, según ese acuerdo, sería recogida a las 17,00 horas de los viernes en el domicilio de su marido, donde debía ser entregada a las 22,00 del domingo. En el auto, la magistrada considera que ha resultado acreditado “el incumplimiento reiterado e injustificado de lo pactado en el convenio en relación con las estancias de la perra de la familia con la esposa” situación de incumplimiento que se mantiene desde hace ya un año", sostiene.

Además, la jueza subraya que “los motivos de salud del animal” alegados por su dueño no justifican que se incumpla el pacto, pues, según los informes de la veterinaria, presentaba un proceso gastrointestinal en tratamiento, lo cual “no impedía que fuera entregada a su esposa, informándole debidamente de la pauta alimenticia y la mediación prescrita”. La jueza recalca que no se ha acreditado “ninguna situación de negligencia o falta de cuidado por parte de la esposa hacia la perra que perjudique el bienestar y la protección del animal”.

El hecho de devolverla un día mojada porque estaba lloviendo, según la resolución, “no supone un comportamiento negligente ni consta que fuera la causa de las molestias gastrointestinales que presentaba la mascota y que motivaron las visitas al veterinario”. 

La magistrada entiende que no resulta “de ningún modo justificable” que desde aquella fecha “la esposa y el hijo común no hayan podido disfrutar juntos de la compañía de la perra, tal y como se pactó por las partes en el convenio regulador de las medidas provisionales”.

Añade el auto que de la mera lectura de los whatsapp intercambiados entre las partes resulta que la negativa a entregar a la mascota no se basa tanto en el bienestar del animal, sino en un conflicto de carácter económico al reclamar el dueño a la esposa el pago de las facturas del veterinario. 

Por todo ello, requiere al dueño para que el primer fin de semana que el hijo menor vaya a pasar en compañía de la madre, también esté la mascota,  bajo apercibimiento de multa.

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