El juzgado de instrucción número 3 de Lugo decretó ayer por la tarde tarde el ingreso en el centro penitenciario de Bonxe del profesor lucense Juan Carlos P.D., como supuesto autor de la muerte de su esposa, Monserrat Labrada, según informaron fuentes de la investigación. La policía agotó el plazo máximo para poner a disposición judicial al detenido, quien ayer por la mañana llegó a los juzgados con competencias en materia de violencia de género y poco después de las 16,00 horas fue trasladado al centro penitenciario.
El trágico suceso se produjo en la madrugada del pasado jueves, cuando el ahora encarcelado, de 42 años, supuestamente acabó con la vida de su mujer, de 43 años, que trabajaba como auxiliar de enfermería en el hospital Xeral Calde Lugo y con la que estaba en trámites de separación y con la que tenía dos hijos de 9 y 11 años. Los niños no se encontraban en el domicilio conyugal el día del suceso (estaban en casa de unos familiares) y ahora están a cargo de la Xunta.
La Fiscalía solicitó el ingreso en prisión del acusado, que fue aceptada por el titular del juzgado de violencia machista de Lugo.
El presunto homicida ejercía como profesor de Química en un instituto de la capital lucense y aunque en un principio intentó crear una coartada, luego acabó confesando la autoría en la declaración realizada en la comisaría, donde aportó los detalles del macabro suceso, lo que también permitió la recuperación de algunas pruebas como el machete de cocina con el que supuestamente acabó con la vida de su pareja.
Las mismas fuentes reconocieron que las pruebas contra el detenido son 'abrumadoras', por lo que la policía tardó muy poco tiempo en desmontar su coartada, que mantuvo durante las primeras horas de su detención.
La víctima era natural de Pol (Lugo) aunque había vivido la mayor parte de su vida en Barcelona, a donde emigraron sus padres. Desde hace unos años residían en Lugo.
La Fiscalía solicitó el ingreso en prisión del acusado, que fue aceptada por el titular del juzgado de violencia machista de Lugo.
El presunto homicida ejercía como profesor de Química en un instituto de la capital lucense y aunque en un principio intentó crear una coartada, luego acabó confesando la autoría en la declaración realizada en la comisaría, donde aportó los detalles del macabro suceso, lo que también permitió la recuperación de algunas pruebas como el machete de cocina con el que supuestamente acabó con la vida de su pareja.
Las mismas fuentes reconocieron que las pruebas contra el detenido son 'abrumadoras', por lo que la policía tardó muy poco tiempo en desmontar su coartada, que mantuvo durante las primeras horas de su detención.
La víctima era natural de Pol (Lugo) aunque había vivido la mayor parte de su vida en Barcelona, a donde emigraron sus padres. Desde hace unos años residían en Lugo.
