Una patrulla de la Comisaría de Vigo salvó la vida a un hombre que intentó arrojarse por una ventana el día de Navidad y evitó unos días antes otra tentativa en uno de los puentes que cruzan la VG-20

Los suicidas no dan las gracias

Es un momento de gran tensión.
Sabes que unos segundos pueden significar la diferencia entre salvar una vida o no', explica Julio, uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que el pasado día 25 de diciembre impedía que un hombre se tirase por la ventana del baño de su vivienda, en Matamá. La sangre fría y la coordinación con su compañero, Manuel, permitieron que agarrarán al supuesto suicida cuando ya tenía medio cuerpo fuera. El agente sufrió algunas lesiones en el brazo y arriesgo su vida, al haber podido caer al vacío arrastrado por el peso y la inercia del individuo. Sin embargo, como asegura ahora, 'no lo dudé ni un segundo. Cuando te encuentras en una situación así lo que haces es activar el sentido común e intentas evitar lo peor. Un segundo en estos casos pueden significar una muerte'. Otra de las características de estas intervenciones es su escasa repercusión mediática. El suicidio no tiene espacio en los medios de comunicación, salvo que tenga relevancia por la persona o el lugar en el que se produjo. Tampoco los rescatados ni los familiares quieren hablar sobre el tema y en la Policía sólo recuerdan el caso de una mujer que quiso darle las gracias al policía que le había salvado la vida. El resto, prefieren el silencio.

Esta no es la primera intervención que llevan a cabo estos dos jóvenes policías. Unas semanas antes del suceso registrado en la parroquia de Matamá, esta misma patrulla evitaba que un hombre saltase desde uno de los puentes de la VG-20. En aquella ocasión también fueron requeridos por el servicio de emergencias del 061. Al llegar al lugar se encontraron a un hombre que amenazaba con saltar al vacío. Los dos policías se acercaron e intentaron hablar con él. Ambos sabían que la respuesta podía ser agresiva. No es la primera vez que un agente era atacado por alguien que pretendía quitarse la vida. En esta ocasión no sucedió así y decidieron poner en práctica todo lo que les enseñan en la Academia de la Policía Nacional. Poco a poco fueron rebajando la tensión e incluso 'le ofrecimos un cigarro'.

La formación es para ellos, según reconocen, 'esencial a la hora de intervenir', aunque quizá lo más importante sea 'la intuición. Tienes que tomar decisiones sin apenas tiempo y lo que funciona en esos momentos es el sentido común. No puedes dudar porque cada segundo es de vital importancia'.

Otra de las características de estas actuaciones, que según reconocen han aumentado en los últimos tiempos, es que 'no debes plantearte si lo que vas a hacer es peligroso o no. Lo haces porque es la única manera de salvarle la vida a la otra persona', explica Julio, que a punto estuvo de ser arrastrado al vacío en uno de los rescates.

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