La Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, condenó ayer a José Antonio R.A. a un total de cinco años y seis meses de cárcel como autor de un delito continuado de abusos sexuales a una menor, hija de la que era su pareja sentimental, con la que tiene un hijo en común.
Tal y como informó a los medios de comunicación la abogada de la menor, Pilar Armada, la sentencia judicial obliga al acusado a indemnizar a la niña con 10.000 euros y, además, le impide acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con ella por cualquier medio por los próximos diez años.
De esta forma, la sentencia, que podrá ser recurrida, rebaja en seis meses la petición de la Fiscalía y la acusación particular. En el fallo se consideran todos los hechos probados y se da valor a las declaraciones de la menor, sobre las que el juez señala que 'hay ausencia de incredulidad'.
La menor, que no estuvo presente en el juicio celebrado el 4 de diciembre pero cuyo testimonio se pudo escuchar en sala mediante una grabación, había afirmado que el acusado le tocaba los genitales con la mano o con el pene, que los abusos se producían todas las semanas y que la trataba a ella y a su familia 'como a perros'.
Hasta cinco expertos entre psicólogos, psiquiatras y forenses coincidieron de forma rotunda en señalar que el relato de la niña era verosímil y creíble, rechazando de forma unánime la fabulación. El condenado negó los hechos y aseguró que la niña mentía inducida por su madre.
HECHOS PROBADOS
La sentencia recoge como hechos probados que la menor sufrió distintos abusos desde los 9 hasta los 11 años. La menor había relatado cómo el ahora condenado 'me tocaba las partes bajas y pasó muchas veces, siempre que no estaba mi madre'.
El relato ofrecido por la víctima reflejaba además el temor a contar lo que ocurría. 'Me dijo que me callara y que no se lo dijera a mi madre porque iba a la cárcel o ella le cortaba el pito', señaló.
Los hechos habrían tenido lugar en el domicilio de Ramón Nieto, donde el 2010 nació un hijo del acusado y la madre de la denunciante. El hombre afirmó en la vista que todo formaba parte de las amenazas de su mujer de 'quitarme a mi niño y echarme de casa'.
De esta forma, la sentencia, que podrá ser recurrida, rebaja en seis meses la petición de la Fiscalía y la acusación particular. En el fallo se consideran todos los hechos probados y se da valor a las declaraciones de la menor, sobre las que el juez señala que 'hay ausencia de incredulidad'.
La menor, que no estuvo presente en el juicio celebrado el 4 de diciembre pero cuyo testimonio se pudo escuchar en sala mediante una grabación, había afirmado que el acusado le tocaba los genitales con la mano o con el pene, que los abusos se producían todas las semanas y que la trataba a ella y a su familia 'como a perros'.
Hasta cinco expertos entre psicólogos, psiquiatras y forenses coincidieron de forma rotunda en señalar que el relato de la niña era verosímil y creíble, rechazando de forma unánime la fabulación. El condenado negó los hechos y aseguró que la niña mentía inducida por su madre.
HECHOS PROBADOS
La sentencia recoge como hechos probados que la menor sufrió distintos abusos desde los 9 hasta los 11 años. La menor había relatado cómo el ahora condenado 'me tocaba las partes bajas y pasó muchas veces, siempre que no estaba mi madre'.
El relato ofrecido por la víctima reflejaba además el temor a contar lo que ocurría. 'Me dijo que me callara y que no se lo dijera a mi madre porque iba a la cárcel o ella le cortaba el pito', señaló.
Los hechos habrían tenido lugar en el domicilio de Ramón Nieto, donde el 2010 nació un hijo del acusado y la madre de la denunciante. El hombre afirmó en la vista que todo formaba parte de las amenazas de su mujer de 'quitarme a mi niño y echarme de casa'.
