Asterix cumple años

Hace 25 años... Asterix cumple años

-El italiano Granco Cavicchi se convierte en el primer extranjero que gana la Vuelta Ciclista a Orense.

-El belga Thierry Boutsen "Williams" gana el Gran Premio de Canadá de Fórmula Uno, en una carrera marcada por la lluvia.

-El conocido cómic "Astérix" cumple 30 años de vida en pleno éxito, con 200 millones de ejemplares vendidos en cuarenta lenguas.

-Lisbeth Palme, viuda del primer ministro sueco Olof Palme, asesinado en 1986, identifica sin vacilar al único acusado como el asesino de su marido en el juicio que se celebra en Estocolmo. Era la primera vez que la viuda, único testigo del crimen, se veía cara a cara con Christer Petterson, de 42 años, quien hasta ahora ha negado siempre ser el autor del asesinato.

-El defensa Patxi Ferreira ficha por el Atlético de Madrid procedente del Athletic de Bilbao.

Hace 50 años... Derechos civiles en Estados Unidos

- En El Ferrol del Caudillo contrajeron matrimonio la bella y distinguida señorita Josefina Vázquez Sandes y el joven notario de Proaza (Asturias) don Luis Gil Carnicer, ambos pertenecientes a conocidas familias de Ferrol y Orense, respectivamente.

-Un violento terremoto provoca 22 muertos y 196 heridos en Japón, el peor desde el registrado en 1923 en el mismo país, aunque en aquella ocasión los fallecidos ascendieron a 143.000 personas.

-El Senado de Estados Unidos aprueba el proyecto de ley de derechos civiles, impulsado en su momento por el presidente Kennedy y considerado como el más importante desde la liberación de los esclavos por Abraham Lincoln. El proyecto pasa ahora a la Cámara de Representantes y se espera que el presidente Johnson lo apruebe el próximo mes de julio.

-(1) Texto y dibujo de Vázquez Gimeno.

Hace 75 años... Franco en La Coruña

-Franco, de viaje por Galicia, fue aclamado en Ferrol y en La Coruña coloca el primer carril del trayecto ferroviario La Coruña- Santiago. A pesar de la lluvia, La Coruña se engalanó para recibirlo.

-En Alicante se entierra a 103 personas muertas por los rojos. Estaban amontonados en una fosa común, fueron identificados y colocados en ataúdes.

-Salen de Cádiz los últimos soldados italianos que se encontraban en España.

-El Gobierno Civil de Orense informa de que se necesitan con urgencia segadores para la provincia de Logroño. Se les facilitará el viaje.

-Inglaterra comienza a evacuar a niños y mujeres británicos de China.

-El Ministerio de Aire británico informa que un avión de combate ha alcanzado la velocidad récord de 590 kilómetros por hora a una altura  de 1.485 metros.

Hombres "desterrados"

 (1) Debiera haber una especie de antesala para venir al mundo, algo así como una estancia prenatal, y allí, a las puertas, como las de Tebas, para entrar en la Vida (con mayúscula, porque en ella nos esperan siempre cosas mayúsculas), una mesa ocupada por un tribunal que inquiriria de nosotros: ¿Cómo quiere usted llamarse? ¿Dónde quiere usted nacer? Porque hay gentes que habiendo nacido y vivido en Cáceres, en Valdorregueiro o en Andorra, pongamos por caso, se consideran lo que se dice "desterradas".

Algunas de estas gentes que se creen desterradas tienen su simpatía por determinados países , y a veces tan marcadas que se apropian gustos, y hasta costumbres del sitio en el que piensan con nostalgia. Un día desaparecen. Algunos creen que esto se debe a la emigración. No hay tal cosa. Es que han escuchado la "llamada" de esas voces del subsuelo, y como el subsuelo corresponde al lugar donde les hubiera gustado nacer, allá se van. Por lo general el hombre que se siente así "llamado" es porque cree, con esa fe que nace no se sabe dónde, que aquel país o aquella tierra es su propia tierra o su propio país, y que una vez puestos allí los pies será como árbol vuelto al lugar del que fue arrancado.

Algo de esto le ocurrió a mi amigo que desde que nació anda por la vida añorando repiques de castañuelas y verjas de patio andaluz, y un día, presintiendo que va a vivir poco, marchó a Sevilla. Y eligió las ferias cuando la ciudad está –o debe estar- más andaluza que nunca. Y el hombre llegó y se sintió feliz. Pero había que dar un cambiazo total a esa figura externa de importación llena de grises perfiles en que abunda su ciudad –la del "destierro"- y asumir esa otra tan llamativa que ha dado la vuelta al mundo en los carteles turísticos. En la calle de las Sierpes entró en un establecimiento y adquirió un flamante sombrero cordobés. Le fastidió un poco que tuvieran el mismo capricho dos negros americanos. Cuando les perdió de vista se lo puso. Se miró en la luna de un escaparate. ¡Perfecto! El sombrero ladeado, el pañolito al cuello y un clavel en el hojal. ¡Andalú clavao!

Pero no hizo más que echar a andar y casi se tropieza con una señora y una niña. Hizo un quiebro garboso y pintoresco y de pronto la niña va y dice:

-Mamá. ¿Por qué va veztido azí eze hombre?

-¡Qué ze yo, hija! ¡Eztará ofrecío!

Ahora mi amigo ha vuelto a su ciudad natal de donde nunca debió haber salido.

(V. Gimeno, 1964)