Dispone de una atractiva gama de entrantes, entre los que no podemos olvidarnos de los típicos nachos, servidos con varias salsas, para mí los mejores que hay en Vigo
Confieso, antes de empezar esta crónica que soy una amante incondicional de la cocina mexicana. Conozco este restaurante desde hace unos cinco años y es uno de mis favoritos en este tipo de comida. Espacio acogedor, un servicio muy pendiente de los clientes, siempre dispuesto a facilitar cualquier información que aclare dudas sobre las comidas y, sobre todo, sobre los picantes y sus grados, uno de los elementos que forma parte de la idiosincrasia de la cocina de este país norteamericano.
Su carta es amplia. Dispone de una atractiva gama de entrantes, entre los que no podemos olvidarnos de los típicos nachos, servidos con varias salsas, para mí los mejores que hay en Vigo. Luego encontraremos ensaladas, quesos, quesadillas, huevos, elaborados siguiendo recetas tradicionales de distintos estados mexicanos.
En la parte principal, dominan los tacos, las gringas y los volcanes. Aquí es donde se agradece más la atenta explicación del personal, que aconseja, en función de los gustos y de las manías de cada uno, cuáles son los platos más adecuados. Personalmente, me gustan las gringas, sobre una tortita y una base de queso, resultan muy sabrosas, aunque tengo amigos que disfrutan mucho con las enchiladas.
En materia de postres encontraremos un surtido para elegir. El brownie, una tarta de dulce de leche... Una comida o cena, con bebida incluida y postre, puede salir por unos 20 a 25 euros por persona, aunque, compartiendo o el primero o el segundo, y lqs raciones son abundantes, puedes salir satisfecho por unos 15 euros por persona.
En resumen, un restaurante que nos acerca a los sabores de México, con muy buen ambiente.
