Los bonsais y su mantenimiento

Cuidar un bonsái no es ni de lejos tan difícil como se cree habitualmente. Para comenzar con los mantenimientos debemos tener en cuenta sus necesidades. Existen muchos tipos de bonsáis como ya hemos visto la semana pasada. Comencemos pues con su localización ya que la variedad subtropical se da mejor en interior. La mayoría de los árboles deben situarse a pleno sol aproximadamente la mitad del día y protegidos del viento. Los árboles denominados (erróneamente ya que simplemente son especies subtropicales) de interior deben situarse en un lugar también bien iluminado y aunque algunas especies prefieren mucho sol otras prefieren ser situadas a media sombra. Lo que generalmente necesitan los árboles de interior es estar situados en una zona con temperatura relativamente constante. La parte más importante del cuidado del bonsái es el riego. La frecuencia de riego del árbol depende de diferentes factores (especie del árbol, tamaño del árbol, tamaño y forma de la bandeja, estación del año, mezcla de suelo y climatología), lo cual quiere decir que es imposible decir con qué frecuencia debe regar su Bonsái. Sin embargo, si entiende unas pocas normas básicas éstas le serán de ayuda para saber cuándo necesita ser regado su bonsái. Como consejos generales a la hora de decidir si esta mañana su bonsái tiene sed cabe destacar: - Riegue sus bonsáis cuando la tierra se encuentre ligeramente seca, puede ayudarse introduciendo un dedo en el sustrato. - Nunca riegue sus árboles rutinariamente, las necesidades pueden cambiar con el clima. - Utilice el sustrato adecuado para su especie. La poda es un momento muy importante en el cuidado de un bonsái, hará que tu árbol consiga la forma adecuada al estilo de bonsái que tengas en mente. En general debe hacerse en el momento de inactividad del árbol, desde la caída de la hoja hasta antes de la brotación. El pinzado es indispensable también para mantener la forma del bonsái. Consiste en cortar los crecimientos longitudinales que rompan el perfil del follaje de la copa del árbol. Procurar hacerlo siempre que se ya que, incide en las partes exteriores de las ramas y la parte superior del árbol. Con esta acción promoverás que el árbol distribuya su fuerza creciendo más uniformemente y notarás que el follaje es mucho más denso. Para hablar de los sustratos para los bonsáis con la profundidad necesaria precisaría otra página entera por lo que trataremos solo las variedades de materiales que hay y unas mezclas un poco genéricas. - La akadama es una arcilla dura horneada producida específicamente para los bonsáis, es necesario cribarla para quitarle el polvo antes de usarla. - La pómice es un producto volcánico suave que absorbe muy bien los nutrientes y el agua. Cuando se emplea en una mezcla de substrato de bonsái ayuda a retener el agua, es beneficiosa para las raíces y propicia una buena ramificación. - La roca volcánica retiene el agua y proporciona una buena estructura cuando forma parte del substrato de un bonsái. Las raíces no pueden crecer dentro de la partícula de roca volcánica. - El compost orgánico incluye musgo, perlita y arena. Tiene varios inconvenientes (retiene mucha agua y no se airea/drena bien) pero como componente de una mezcla puede usarse perfectamente bien. - La grava fina tiene una gran importancia para crear una tierra de bonsái estructurada con un buen drenaje y aireación. También se utiliza directamente como la primera capa de tierra en los trasplantes para mejorar aún más el drenaje de la tierra.