Bruno Nieto, el artífice de la exitosa web serie "El Quid", despide 2014 con la satisfacción de haber dirigido "Mil sorrisos",
Iba para detective, pero ¿cuándo las cámaras pudieron más que las lupas?
Desde pequeñito, con 6 o 7 años, siempre jugaba a eso, a ser detective. Yo me montaba mis propias investigaciones y las resolvía a mi manera. ¡Era tremendo! Con 10 años todo cambió, de repente empecé a ver cámaras de vídeo por todas partes y me entró el gusanillo. A los 11 compré mi primera cámara y empecé a entrevistar a los vecinos de mi pueblo. Desde ese momento mi pasión fue en aumento y sigue creciendo.
¿Las nuevas tecnologías son ventanas de aire fresco?
Siempre. Hay que sacarle partido a todos los avances porque no es el futuro, es el presente. Las redes sociales, por ejemplo, es el mejor "boca a boca" que existe y debemos tenerlas muy en cuenta.
Desde aquella primera webserie hasta ahora, ¿qué ha cambiado?
Todo. Ha cambiado todo. "Nada es lo que parece" fue mi primer proyecto (si es que se le puede llamar así). Estaba estudiando 2º de Bachillerato cuándo decidimos hacer una webserie en el primer año de vida de Youtube. No imaginábamos que llegados al cuarto capítulo la serie alcanzaría las 40.000 descargas. Fue increíble ver como gente de toda España nos seguía y le gustábamos. Ahora, visto con el tiempo, sé que es un trabajo que sirve para enseñar lo que no hay que hacer, pero, con 18 años y sin ningún conocimiento del mundo audiovisual, no podíamos hacer otra cosa que no fuese coger una cámara y grabar lo primero que se nos ocurría. Guardo muy buenos recuerdos y me queda eso, que fue mi primer proyecto audiovisual.
¿Satisfecho de la acogida de 'Mil sorrisos e un perdón'?
Muy satisfecho. Lo cierto es que el pasado 21 de noviembre, cuando estrenamos en el OUFF el documental, tenía algo de nervios porque nadie había visto el documental (ni el propio protagonista) y era algo que me daba algo de miedo, saber la reacción del equipo y del público. El mayor premio fue recibir comentarios muy positivos de la obra y de hacer reflexionar al público, porque de eso se trata, de que reflexionen sobre la vida.
¿Nos cuesta demasiado perdonar?
Mucho. Nos cuesta demasiado. Le damos un valor a la palabra "perdón" muy radical y no debería ser así. También hay que valorar la situación de cada persona y del daño ocasionado, pero desde luego el mayor problema es para la persona que no perdona, porque vivirá siempre con esa carga encima. Nosotros lo contamos en el documental, si Daniel es capaz de perdonar a la persona que hace 10 años le arruinó la vida, ¿por qué nosotros no aprendemos un poco de él y utilizamos más el perdón?
¿Dónde se gusta más: como productor, guionista o director?
Lo último, me quedo con lo de director. Me gusta dirigir y, por ejemplo, en el documental "Mil Sorrisos" sé que podría hacerlo de otra forma o contar otras cosas que no se cuentan, pero lo hice como quise, lo conté como quería y enseñé lo que tenía que enseñar, y no hay mayor satisfacción en la vida de un director que a la gente le guste un proyecto audiovisual que tú diriges como quieres.
¿La perseverancia lo es todo a la hora de desarrollar un proyecto audiovisual?
Exacto, pero con un pequeño matiz, la perseverancia lo es todo en la vida. Ser constante y tener paciencia son las claves del éxito, y con éxito no me refiero a fama ni a dinero, sino a que tu trabajo sea reconocido y valorado. Yo llevo ocho años en esto del audiovisual y lo cierto es que si no fuese constante me abría bajado de este mundo hace tiempo y empezaría en otro trabajo cualquiera. Suena muy bonito y a tópico, pero debemos luchar por lo que nos gusta a pesar de que, a veces, veamos lejos la victoria.
¿Un deseo para 2015?
Este deseo se lo dejo a la gente que lo necesite, porque la verdad es que este ha sido un año muy bueno para mí y viene un 2015 aún mejor, con trabajo estable, que es lo que necesitaba. Así que quién esté leyendo esto, que pida ese deseo y que recuerde algo muy importante: lo mejor está por llegar.
