Días atrás firmaban con Blanco y Negro Music, lo que supone una nueva etapa en la banda de rock limiao Habitación Vudú. Etapa en la que dan ahora un nuevo paso con la publicación del single “Miedos” que hoy se estrena en todas las plataformas. José Freiría (A Limia, 1976), vocalista, guitarrista y letrista de Habitación Vudú nos habla de la historia de este grupo que fundó con su hermano Justo (batería) y Rubén Seoane (bajo) en 2011 y que a lo largo de los 13 años que han discurrido desde entonces ha ido labrando una sólida trayectoria.
El hecho de presentar el miedos en las plataformas sin un soporte físico ¿es fruto de un cambio en los hábitos musicales?
Los soportes físicos han cambiado. Ya no hay cd y casi nadie tiene aparatos para escucharlos, han vuelto los vinilos, pero siempre con la finalidad de hacer una edición especial. El consumo musical es a través de formatos y plataformas digitales. Esa es la tendencia. Y esa instantaneidad, de poder hacer click y disponer de la música también ha convertido la música en un producto muy efímero. Es decir, el éxito de hoy a la vuelta de un mes ya ha sido sustituido por otro. Por eso los grupos vamos dosificando los temas, publicando hoy uno, dentro de un mes otro…
¿Qué novedades supone este nuevo trabajo?
Es un trabajo que realizamos con Juan de Dios Martín que es un productor de A Coruña que fue nominado a varios Grammy, muy reconocido internacionalmente, sobre todo tras su estancia en Los Ángeles. Fue responsable del primer trabajo de Xoel López en solitario y produce a grupos y artistas importantes como Deluxe Amaral… a quien conocemos desde hace un montón de años como colega y como amigo y a su vuelta de Los Ángeles a Galicia le planteamos trabajar juntos y estamos muy contentos porque tanto en Miedos como en los próximos temas que salgan se va a ver que su mano está ahí. Y el hecho de haber firmado con Blanco y Negro que es un sello discográfico de Barcelona en el que han escuchado nuestras canciones y han apostado por nosotros y nos ayuda a que todo este trabajo que estamos haciendo salga a la luz.
¿Cuándo empieza vuestra historia musical, en 2011?
En 2011 comenzamos con nuestra banda, pero en el mundo musical nuestros comienzos son anteriores. Ya llevábamos muchos años en esto. Y no solo como músicos, porque yo tengo una empresa de producción musical en Ourense, que es Escena Sonora. Pero con Habitación Vudú, sí, desde 2011. Y en este tiempo ya hemos sacado dos EP, el primero en 2015, “Flores Falsas”, y en 2018 el segundo, “En el Aire”, algún single suelto y muchas actuaciones en directo.
¿Qué tiene más peso en el trabajo musical, las actuaciones en directo o las grabaciones?
Yo creo que hoy en día lo que más importa son las actuaciones musicales. Las grabaciones son importantes pero lo que te mantiene en contacto directo con el público son los conciertos.
¿Cuáles destacarías de los que habéis realizado en estos trece años?
Por ejemplo, teloneamos a Placebo aquí, en Ourense, a The Gift en Portugal y, bueno, hemos estado en festivales como el Port América, en 2018, compartiendo cartel con Vetusta Morla o Xoel López, y en el Festival de La Luz, en Boimorto con Luz Casal, Mikel Erentxun, Celtas Cortos…
¿Cómo ha evolucionado la banda? Hay tres que estáis desde el principio.
Así es. Mi hermano, Justo, a la batería, yo con la guitarra y la voz y Rubén Seoane al bajo somos los tres que estamos desde el principio. Luego llegó Richie Roales, que es un músico ourensano muy reconocido que también está ya completamente integrado en el grupo y cuando puede, también se sube al escenario con nosotros nuestro productor, Juan de Dios Martín, con la guitarra. Pero la formación básica somos los cuatro primeros.
Hasta ahora habéis sido siempre una banda independiente, marcando vuestro propio camino. ¿Cambia la cosa al integraros en el sello Blanco y Negro? ¿Impone algún tipo de criterio la discográfica?
Normalmente cuando un sello apuesta por ti es porque quiere algo a cambio y va marcando unas directrices, pero no es el caso. Trabajamos de una manera coordinada con ellos, pero seguimos siendo libres. La diferencia es que ahora ellos apuestan por nosotros y ponen sobre la mesa los medios para materialices los proyectos, mientras que de la otra manera lo tienes que hacer tú.
Como de hecho hicisteis hasta la fecha. En el primer EP recurristeis al crowdfunding, ¿cómo fue la cosa? ¿Ya era habitual en ese momento buscar apoyo por ese sistema?
Sí ya era muy frecuente entonces. Estaba, yo creo en su momento álgido porque todo el mundo lo utilizaba para financiar sus proyectos, no solo musical. Era un sistema curioso en el que cuanto más originales eran las recompensas que ofrecías a tus mecenas, a más gente llegabas. Nos salió muy bien y contamos para su producción con Pablo Novoa. Es cierto que nos fue muy bien con ese y el resto de los trabajos. Pero la gran ventaja de tener tras de ti a una discográfica es que tus disparos, por buscar un símil, son todos más certeros porque van mejor dirigidos. Hay una planificación y una estrategia, dirigidas a que tu música se escuche.
¿Vives de la música?
Yo vivo de la música, pero no de Habitación Vudú. Yo vivo de los eventos que organizo o para los que presto servicio como productor, a través de toda Galicia e incluso fuera de Galicia. Cada uno se dedica a una cosa diferente con su trabajo. Mi hermano trabaja en una empresa de gestión de aguas y Rubén es técnico de radiología en Castilla y León, Richie Roales trabaja en una consultoría…
¿Se puede tener éxito desde una aldea de A Limia? Porque imagino que seguís ensayando allí
Yo ya vivo en Ourense y trabajo aquí, pero seguimos teniendo el local de ensayo en Escornabois (Trasmiras) y allí vamos cada semana a ensayar. Todos vivimos en Ourense menos Rubén que es el que está desplazado fuera de Galicia, aunque todos somos de A Limia. Un mundo tan globalizado tiene sus cosas malas y sus cosas buenas y una de las buenas es que, aunque vivas en el rural, si te puedes mover bien y tienes acceso a ciertos servicios, tienes las mismas oportunidades que quien vive en una ciudad. Cuando yo empecé con la música, grabábamos las maquetas en una cinta de casete. Aquello era muy rústico. Hoy con un buen móvil puedes grabar una maqueta e incluso puedes tener tu propio estudio en casa. Solo hay que tener las herramientas y saber usarlas. ¿Lo malo? la facilidad de acceder a tanto de tantos sitios hace que todo sea mucho más efímero.
