GASTRONOMÍA

El membrillo, un gallego con acento andaluz

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photo_camera Época de membrillo.

Pocos dulces resultan tan tradicionales en Galicia como el elaborado a partir del membrillo. A estas alturas del año, quienes disfrutan preparando confituras y conservas están felices por una cosecha abundante de buenos frutos y precios bajos. pero el peso de la industria está en Andalucía.

El membrillo  andaluz, sobre todo si es de Puente Genil, la patria por excelencia de su elaboración, combina muy bien con los quesos gallegos. Tetilla, Arzúa-Ulloa e incluso Cebreiro. El ahumado del San Simón lo hace menos apropiado al hermanamiento con un producto tan extraordinariamente dulce.

La fruta del membrillero es un árbol de origen remoto en el tiempo que ya conocían los babilonios y al que los griegos le pusieron el nombre Cydonia, pues lo descubrieron en Creta. Cydonia Oblonga. En estado natural resulta incomible, tal es su astringencia. Pero ya desde antiguo se apreciaron sus cualidades si era cocinado con miel o, como aconteció posteriormente, con azúcar. Griegos y romanos lo trajeron a España y aquí se estableció con gran éxito. Desde España saltó al otro lado del Atlántico y hoy prospera más que aquí en países como México, Argentina, Brasil, Bolivia y Perú. En España su cultivo se encuentra en recesión. Prácticamente el 80 por ciento del que se procesa industrialmente en nuestro país procede del municipio cordobés de Puente Genil, donde se encuentran las históricas marcas de dulce, carne y confitura de membrillo, así como otras elaboraciones que se han ido incorporando a su catálogo.

Si nos atenemos al fruto, cuenta con una gran aportación a la alimentación saludable: su generoso porcentaje de pectina, una fibra que es buena para la tranquilidad intestinal, de ahí que se recomiende para personas que padecen de diarrea. Muy pobre en calorías, esa cualidad se echa por la borda en el momento de convertirlo en comestible, pues el dulce de membrillo se cocina con 500 gramos de azúcar por cada 500 gramos de carne de este fruto. El uso de otros edulcorantes es poco recomendable, pues la mayoría se degradan durante la cocción.

¿Y en Galicia? ¿Hay membrilleros? Haylos. Y no pocos. Pero la mayoría forman parte de los huertos familiares o de los jardines domésticos en los que su valor ornamental prima sobre el uso de sus frutos.. Preparar el dulce de membrillo resulta fácil y cada vez es más el número de personas que se atreven a su elaboración. La Termomix y otros artilugios semejantes han liberado al cocinero o cocinera que se enfrenta a este reto de sufrir las quemaduras que al cocer producen las salpicadoras de la mezcla.
Engorda, extriñe pero le perdonamos el mal que nos hace por lo bien que casa con nuestros quesos.
 

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