La moda de las series de la televisión: Looks que traspasaron la pantalla

La moda de Sexo en Nueva York.
photo_camera La moda de Sexo en Nueva York.

Cuando se cumplen 25 años del estreno de "Sexo en Nueva York", analizamos diferentes ejemplos de series de televisión en las que los looks de los protagonistas han conseguido mantenerse más inmortales que las propias historias de sus personajes

La importancia del vestuario

“Sexo en Nueva York” acaba de cumplir 25 años. Un cuarto de siglo en el que se ha convertido en una serie de culto y un símbolo para generaciones de mujeres que veían cómo, a punto de cerrarse el siglo y entrar en el nuevo milenio, se rompían en televisión muchos tabús sobre las relaciones femeninas. Más allá de su calidad audiovisual o de la riqueza de sus guiones, lo que más ha pervivido de la serie ha sido el armario de sus protagonistas. La de Sarah Jessica Parker es uno de los ejemplos de cómo un buen vestuario puede convertir a un producto audiovisual en algo inmortal. 

La elección de la ropa de cada uno de los personajes es casi tan importante como las frases que los guionistas hacen salir por sus bocas. Cada prenda y cada complemento participa en la acción de la pantalla y define a sus protagonistas. Detrás de estas decisiones se encuentra una figura, en ocasiones injustamente olvidada, capaz de nublar con sus elecciones estilísticas a las mismísimas historias.

La institución

Si hay un nombre que reluce con esplendor entre los estilistas de Hollywood es el de Patricia Field. De su cabeza han salido algunas de las combinaciones más recordadas del séptimo arte. Por supuesto, su firma era la que aparecía en los créditos de “Sexo en Nueva York”. Un body rosa y una falda de tul sirvieron como look de cabecera para la serie durante seis temporadas y se convirtieron en uno de los conjuntos más icónicos de todos los tiempos. Tanto que, 25 años, dos películas y una secuela después, sigue siendo el mayor símbolo de las historias de Carrie Bradshaw. 

El objetivo de Patricia Field con su trabajo en “Sexo en Nueva York” era mostrar a cuatro mujeres independientes que disfrutaban de su compañía entre conversaciones picantes y cócteles a deshora. Zapatos de Manolo Blahnik que acabaron de encumbrar al canario o pequeños bolsos de Fendi se convirtieron en inalcanzables símbolos para toda una generación.

El éxito de aquellos estilismos continúa sorprendiendo a la propia Field a día de hoy. Aunque su carrera llevaba el rumbo de diseñadora de moda, su nombre se ha hecho más famoso como diseñadora de vestuario, un cargo que le valió la nominación al Oscar por “El diablo viste de Prada”. No es de extrañar si recordamos la transformación de Anne Hathaway o la sublime y tirana elegancia de Meryl Streep. 

Con 82 años, Patricia Field continúa en lo más alto. Suyas son las imposibles propuestas de “Emily in Paris”, una serie de dudosa calidad audiovisual, pero de placer culpable que ha arrasado durante tres temporadas en Netflix. Y ese éxito se debe, por goleada, a los looks de sus protagonistas. Un broche oro para la carrera de la estilista norteamericana.

Los más "pijos"

Siguiendo la estela de “Sexo en Nueva York”, para aquellas inmersas en la treintena, la relación entre moda y series tiene otro título: “Gossip girl”. Otra serie que no pasará a la historia por su guion, sino por haber convertido la ropa en el personaje principal e indiscutible de sus capítulos. En este caso, el mérito se lo lleva Eric Daman, asistente de Patricia Field en la serie de Carrie Bradshaw. De su maestra tomó buena nota creando looks de lo más icónicos en el armario de Serena Van der Woodsen y consiguiendo poner de moda de nuevo las diademas de Blair Waldorf. Para esta última, la inspiración fue Audrey Hepburn y la misión, conseguir un estilismo refinado y con toques “preppy”, lejos de la personalidad más bohemia y desenfadada del personaje interpretado por Blake Lively. Por supuesto, todo ello conseguido a través de marcas de lujo que los catálogos low cost de la época no tardaron en imitar.

Testigos de una época

Tanto “Sexo en Nueva York” como “Gossip girl” reflejan a personajes de clase muy alta y acceso a prendas de diseño. Sin embargo, si hay una serie que supo reflejar a la perfección el estilo de las calles de toda una época, esa fue Friends. Sus protagonistas, jóvenes de clase media, hacían gala de un estilo más real y atemporal que supo captar la esencia de los años 90 y que hoy sirve de inspiración para este momento “remember” que está viviendo la moda. 

Y, como colofón, “The nanny”, una serie cuyo argumento importaba mucho menos que los looks de su protagonista, la niñera Fran Fine, que revolucionaba con su arrolladora personalidad y un vestuario acorde a ella a la refinada familia Sheffield. Tanta sensación sigue causando que existen cuentas en instagram dedicadas en exclusiva a sus modelitos.

Son algunos ejemplos de cómo un buen vestuario puede salvar y elevar a los cielos de la eternidad a series con guiones regulares.

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