Seguramente muchas y muchos de vosotros estaréis esperando con ansia la llegada del día 7 de enero. Seguro también que habréis fichado durante la temporada una serie de prendas sobre las que estáis deseando conocer su nuevo precio. Llegan las rebajas, un fenómeno que durante años abrió los informativos de toda España y que, aunque hoy se han vuelto más virtuales y ya no vienen acompañadas de empujones y tirones, continúan siendo una de los días destacados del calendario de amantes y no amantes de la moda.
Y, como casi todo en materia de marketing, fue Estados Unidos el punto de origen de esta tradición comercial que mañana mismo comienza. Eran los años 30. El crack del 29 en la Bolsa había dejado en ruinas a un país en el que el consumo empezaba a ser el rey. Vinieron tiempos complicados para las familias, el poder adquisitivo de los trabajadores cayó por los suelos, pero las tiendas necesitaban vender.
¿La solución? Un grupo de empresas minoristas decidió agruparse como “Federated Department Stores Inc” -hoy Macy’s- para crear la primera línea de crédito para sus clientes. Nacía así la posibilidad de comprar y aplazar los pagos. De esta primera medida nacieron otras que dieron lugar a las famosas rebajas, cuyo objetivo principal era dar salida a los excedentes de las tiendas durante la época navideña, una de las temporadas de mayor compra del año.
Su popularidad no tardó en llegar y eso propició que las rebajas se extendiesen como la pólvora por todo el mundo.
Una década más tarde de sus inicios en Estados Unidos, en España fueron dos los protagonistas de la consolidación de las rebajas: Galerías Preciados y El Corte Inglés. Aunque otros comercios y cadenas mayoristas se unieron a la tendencia, la gran popularidad llevaba la firma de los dos grandes almacenes madrileños.
Las siguientes décadas se encargarían de convertir a las rebajas en un auténtico fenómeno de masas. Famosos son los empujones por ser el primero en entrar a las tiendas o las peleas para conseguir la mejor ganga.
Hoy, la revolución del comercio electrónico ha despojado a las rebajas de ese primer impacto. A pesar de que continúa estableciéndose un periodo concreto para la temporada de descuentos por decisión de las empresas, la liberalización de las rebajas en el año 2012 ha traído a España descuentos durante todo el año y campañas con gran popularidad en otros países que los reparten durante todo el año -en muchas ocasiones en detrimento del pequeño comercio-.
Black Friday, Cyber Monday, Mid Season… Son muchas las fechas que hemos ido añadiendo al calendario de descuentos y que hacen que las rebajas hayan perdido parte de su fuelle. Sin embargo, continúan suponiendo un gran empujón para la facturación de las empresas y, aunque en un principio empezaron en el sector textil, pocos son los productos, especialmente en el campo de la electrónica, que se resisten a bajar sus precios.
Bien seas de las personas que se vuelven locas cuando llega el letrerito rojo a las tiendas o de las que aprovechan descuentos durante todo el año, es importante que sigas una serie de indicaciones antes de que tu tarjeta de crédito comience a echar humo.
La primera y más importante: piensa en lo que necesitas. En ocasiones nos dejamos seducir por los descuentos sin pararnos a pensar siquiera en lo que ya tenemos en el armario. Por eso, no es descabellado que hagas una lista de las prendas que más servicio podrían darte antes de acudir a la tienda, bien sea física o virtual.
Los expertos recomiendan también establecer un presupuesto y tratar de limitarse a él para que la cuesta de enero no vaya aumentando su inclinación. Si pagas en efectivo, notarás más cómo se te va el dinero y lo gastarás con más mesura.
Apuesta por los básicos y por prendas de calidad. El periodo de rebajas es perfecto para adquirir prendas atemporales que puedan completar nuestro fondo de armario, no tanto por aquellas que son tendencia hoy pero de las que te aburrirás antes de que llegue la primavera.
Pruébate las prendas antes de comprarlas para no caer en la tentación de que se queden para siempre en la parte de atrás del armario.
Recuerda que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, así que trata de contribuir tanto al ahorro de tu bolsillo como al del medio ambiente. Se trata, sobre todo, de pensar antes de comprar y no al revés.
